Uno de los orgullos de Jericó es ser destino turístico. Se ha venido construyen- do a lo largo del tiempo una imagen que convoca a que visiten nuestro municipio.
Aquí encontramos turismo religioso por todo lo que significa el Santuario de la Madre Laura, pero también los turistas recorren el Museo de Antropología y Artes, y el Museo de Arte Religioso. Nuestra Plaza es centro de atención, al igual que caminar por nuestras calles empedradas. Ingresar a los múltiples sitios que ofrecen exquisitos platos, comercio y artesanías, es un placer que todos disfrutan. Ni qué decir del encuentro con nuestros carrieles jericoanos que simbolizan la antioqueñidad.
Pero ocurre que aquí, para propios y para extraños, hay algunos sitios paradisíacos que pueden contribuir al crecimiento de esa vocación turística.
Tenemos la certeza de que todas las actividades económicas pueden desarrollarse en nuestra región y contribuir juntas no solo a su desarrollo sino al bienestar y mejora de la calidad de vida de todos sus habitantes. Recordamos sus habitantes. Recordamos con satisfacción la experiencia que tenemos por ejemplo en el poblado de Santa Bárbara en Brasil, una pequeña población que históricamente ha convocado al turismo religioso y en donde se realiza también actividad minera.
Hoy queremos exaltar dos lugares que si bien no hacen parte de la oferta turística de Jericó en la actualidad, son sitios de extraordinaria belleza y gran potencialidad:
LOS CHARCOS DE LA SOLEDAD, CORREGIMIENTO
Se trata de una bellísima cascada que resuena en medio de un paisaje agreste, natural, y que ofrece charcos para ser disfrutados. Es un encuentro con el paisaje en donde con uyen todos los sonidos de la naturaleza.
A ellos se llega por la carretera que va hacia la vereda La Soledad. Aunque hoy el sitio es de difícil acceso y está muy escondido, podría llegar a ser un gran atractivo con las inversiones adecuadas en infraestructura y promoción.
TINAJAS, CORREGIMIENTO
Además de ser un hermoso paraje, es una joya arqueológica. Se trata de una serie de construcciones indígenas que, a la manera de tinajas, se nutren de las aguas de la quebrada y con guran una especie de piscinas.
Tinajas es un predio privado que se encuentra en in- mediaciones de la vereda La Aguada. Para visitarlo hay que pedir permiso. Al igual que los Charcos de la Sole- dad, el paraje es una promesa turística hacia el futuro.
Tenemos la certeza de que todas las actividades económicas pueden desarrollarse en nuestra región y contribuir juntas no solo a su desarrollo sino al bienestar y mejora de la calidad de vida de todos sus habitantes
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.