En Minera de Cobre Quebradona, celebramos los logros que nacen del esfuerzo y florecen con el apoyo colectivo. Esta edición de Aldea de Piedras rinde homenaje a dos protagonistas que nos inspiran a creer en el poder de la educación: Yuly Andrea Salinas Jaramillo y Sergio Alejandro González Gaviria, quienes recientemente alcanzaron un hito en sus vidas al graduarse como Administradores de Empresas. Ambos comenzaron este camino académico juntos y hoy, al mirar atrás, sus...
En Minera de Cobre Quebradona, celebramos los logros que nacen del esfuerzo y florecen con el apoyo colectivo. Esta edición de Aldea de Piedras rinde homenaje a dos protagonistas que nos inspiran a creer en el poder de la educación: Yuly Andrea Salinas Jaramillo y Sergio Alejandro González Gaviria, quienes recientemente alcanzaron un hito en sus vidas al graduarse como Administradores de Empresas.
Ambos comenzaron este camino académico juntos y hoy, al mirar atrás, sus historias nos enseñan que la disciplina, la perseverancia y el amor por la familia pueden transformar cualquier meta en una realidad.
“A Gabriela, mi hija, le quería demostrar que uno puede lograr todo lo que se propone”, dice Yuly con la voz entrecortada por la emoción. Su recorrido comenzó hace 14 años en Quebradona y ha sido una constante evolución. Desde su primer cargo como asistente de base de datos en Geología, hasta hoy como administradora en Seguridad y Derechos Humanos, Yuly ha crecido junto a la compañía, impulsada por el deseo de dejarle a su hija el mejor ejemplo: una madre profesional y realizada.
De izquierda a derecha: Mauricio Giraldo (esposo de Yuly), Gabriela Giraldo Salinas (hija de Yuly y Mauricio) y Adriana Salinas (hermana de Yuly).
Su formación técnica y tecnológica fue el preludio de una meta mayor que alcanzó gracias al apoyo incondicional de su familia y compañeros. “Lo más importante es terminar. Vale la pena, muchísimo. Sobre todo, por la satisfacción de haber cumplido una meta más”, afirma.
A su lado estuvo siempre su amigo y compañero de estudios, Sergio González, quien también es ejemplo de transformación. Sergio ingresó a Quebradona hace casi 13 años como guarda de seguridad. Hoy, tras un recorrido por distintos roles —incluyendo Logística y Geología—, lidera como administrador de Servicios Administrativos.
“Siempre soñé con ser profesional. Lo había aplazado por circunstancias de la vida, pero con apoyo de la empresa, jefes y compañeros, lo logré”, relata con orgullo. Gracias al impulso de ProJericó, recibió una beca para estudiar técnica contable y financiera, y luego completó su formación tecnológica y profesional con tenacidad y constancia.
“Trabajar, estudiar y tener responsabilidades familiares no es fácil, pero es tan satisfactorio como retador”, dice Sergio, quien ya se traza nuevos objetivos: una especialización en logística o talento humano.
Ambos comparten un mensaje común para quienes están pensando en iniciar un proceso formativo: nunca es tarde para aprender, y siempre vale la pena intentarlo.
Sus logros no solo enaltecen sus trayectorias personales, sino que también reflejan el compromiso de Quebradona con el desarrollo de su gente. Como bien lo dijo Sergio: “Este logro es solo una etapa. Lo que viene es seguir aprendiendo y creciendo”.
En próximos números seguiremos contando más historias de superación como estas, que hacen eco de nuestros valores y de la minería con propósito que construimos juntos.
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.