Juan Manuel Arango es uno de los nuevos talentos que hoy hacen parte del equipo de Minera de Cobre Quebradona. Su historia, como la de muchos jóvenes del Suroeste antioqueño, está marcada por el arraigo, el esfuerzo y las ganas de aportar al desarrollo de su tierra.
Juan Manuel creció en la vereda Palenquito de Jericó y se define como jericoano de corazón. “Siempre he sido de Jericó, desde pequeño lo he sentido así”, afirma con orgullo.
Su ingreso a Quebradona representa más que una oportunidad laboral: es la posibilidad de crecer profesionalmente y de contribuir con el desarrollo de un territorio al que pertenece. Juan Manuel forma parte de una generación que ve en la minería moderna una forma de progreso bien hecho, con conciencia ambiental y compromiso social.
En Quebradona está haciendo las prácticas como Aprendiz Sena en Recursos Humanos; está terminando su tecnología en esta área que le apasiona y siente que le abrirá muchas posibilidades en un futuro.
Al equipo Quebradona se ha integrado con entusiasmo. “Estoy muy contento trabajando en la empresa”, asegura, y sus palabras reflejan no solo satisfacción, sino también esperanza y responsabilidad frente a lo que significa hacer parte de una iniciativa que apuesta por el talento local y la formación de capacidades en la región.
El caso de Juan Manuel es un ejemplo de cómo el proyecto Quebradona busca conectar con las comunidades brindando oportunidades reales para los habitantes de la región.
Historias como la suya demuestran que el desarrollo sostenible es posible cuando se pone en el centro a las personas y se apuesta por el crecimiento conjunto. Juan Manuel Arango representa ese espíritu: el de un joven que ama a su tierra y que quiere aportar desde allí para que haya un mejor futuro.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.