María Licinia Henao, una de las protagonistas de Jericó el infinito vuelo de los días, nos narra su visión de la historia del corregimiento Palocabildo y de su casa, una de las más antiguas y patrimoniales de Jericó.
ALDEA DE PIEDRAS: ¿Hace cuánto vive en esta casa?
María Licinia Henao (M.L.H.): Yo vivía en Jericó y hace 51 años nos vinimos a vivir a Palocabildo. Esta casa la compró mi papá y fue la primera que hicieron cuando fundaron a Jericó; aunque finalmente el municipio no quedó aquí, porque esto era supuestamente muy faldudo y buscaron otra parte, que es donde está ahora el municipio y aquí quedó el corregimiento. En la época de la fundación, hicieron una reunión en un “roble” y por eso lo llamamos Palocabildo, para mirar donde iba a quedar el pueblo y cómo se iba a construir. Ese roble quedaba cerca donde está el colegio San Francisco de Asís, y allá se reunió la comunidad para ver dónde iba a quedar el pueblo. Inicialmente lo pusieron Roblecabildo y después Palocabildo, por tratarse del roble.
ALDEA DE PIEDRAS: ¿Cuántos años tiene esta casa?
M.L.H.: Esta casa debe tener cerca de 167 años.
ALDEA DE PIEDRAS: ¿Cómo se vivía aquí años atrás?
M.L.H.: Hace más de cuarenta años esta zona era horrible, por la pelea entre liberales y “godos” (conservadores), no se podían ni mirar y si se miraban “se daban”, pero eso se fue acabando, ahora por aquí todo es muy sano.
ALDEA DE PIEDRAS: ¿Y usted donde creció?
M.L.H.: Yo vengo de más abajo, de La Soledad, y después nos vinimos para una casa, que queda por aquí donde termina el enrielado, ahí había una casa muy grande, muy bonita con tienda y todo.
ALDEA DE PIEDRAS: ¿Qué cambios ha visto en la vereda?
M.L.H.: Después de la violencia todo ha sido muy tranquilo, muy rico. Por ejemplo, las cabalgatas que se hacían para ir a Jericó y las mujeres se arreglaban también para ir al pueblo. Los sábados y domingos eran muy lindos, porque todo el mundo estaba en la tienda, unas recibiendo a los maridos, otros recibiendo a las esposas porque venían con el mercado y tenían que descargar aquí en Palocabildo y ya de ahí seguían para las otras veredas (como Vallecitos, La Hermosa y La Soledad) a pie. Esa época era muy linda y amañadora.
ALDEA DE PIEDRAS: ¿Cómo eran los días de mercado?
M.L.H.: Eso era muy lindo, mi papá tenía tienda y vendía de todo, hasta una aguja, toda la gente mercaba donde mi papá, en fin, nos quebraron, pero qué se le hace.
ALDEA DE PIEDRAS: ¿De dónde venía la gente para mercar?
M.L.H.: De Vallecitos, de La Hermosa de La Soledad, de todas esas veredas y gente de Palocabildo venía a mercar aquí. Había mucho movimiento.
Yo me amaño mucho aquí en mi casa, soy feliz.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.