Respeto a la memoriaEl gran Tomás Carrasquilla: un antioqueño de pura cepa, como nosotros

Aunque no fue don Tomás el primer novelista que hubo en Colombia, sí fue el primero entre todos ellos que hizo de la escritura una profesión. Escribir era su oficio. Es bueno saber que nació en Santo Domingo, Antioquia, en 1858, y murió en Medellín en 1940. Pudo dedicarse a escribir en sus primeros años, porque su familia poseía una relativa fortuna, forjada en actividades de minería. Pero la fortuna no duró toda la vida....
Consejo de Redacción AdP7 años .22174 min

Aunque no fue don Tomás el primer novelista que hubo en Colombia, sí fue el primero entre todos ellos que hizo de la escritura una profesión. Escribir era su oficio.

Es bueno saber que nació en Santo Domingo, Antioquia, en 1858, y murió en Medellín en 1940. Pudo dedicarse a escribir en sus primeros años, porque su familia poseía una relativa fortuna, forjada en actividades de minería.

Pero la fortuna no duró toda la vida. Perdió su herencia familiar con la quiebra del Banco Popular de Medellín, y tuvo que dedicarse, durante algún tiempo, a oficios diferentes para poder sobrevivir. Fue sastre y trabajó en algunas mineras.

En un principio se creía que don Tomás Carrasquilla era un escritor “costumbrista”, por la manera agradable y precisa como describía el lenguaje y las costumbres de las gentes de nuestra Antioquia, en la que todos nos sentimos reflejados.  Pero en la medida en que transcurrió el tiempo, los analistas fueron descubriendo en él a un novelista de marca mayor, que demostró cómo sus textos eran modernistas, audaces, precisos. En ellos, a partir de lo regional, se construyen universos más que americanos, universales.

La enciclopedia de la Red Cultural del Banco de la República destaca:  “Su mirada es realista y crítica; su poder de observación y su gran conocimiento del mundo recreado en sus obras, le permitieron plasmar con maestría, por ejemplo, el ambiente minero y los personajes de diversas razas y culturas que allí trabajan y conviven.  En Hace tiempos y La Marquesa de YolombÓ, Carrasquilla no idealiza ni disimula los defectos individuales ni las lacras sociales; no hace concesiones en la literatura, como tampoco las hizo en su vida; fue honesto, tolerante, justo, mesurado, humano y esencialmente democrático”.

“En su vida y en su obra reprobó las injusticias sociales, la hipocresía, el arribismo y la inautenticidad en todas sus manifestaciones. Profundamente respetuoso de la religión, criticó cualquier forma de utilización de ésta para conseguir otros fines, así como las actitudes falsas y la doble moral”.

Mire este maravilloso ejemplo de su tono, en el primer capítulo de La Marquesa de Yolombó:

“Un señor Lorenzo de Tal, mestizo, muy formalote y devoto, yéndose de madrugada con su batea y su coca tarralí a mazamorrear al río San Lorenzo, saca a las veintidós bateadas otras tantas libras de un oro, el más grueso y el más relumbrante que en Yolombó se viera…”

Don Tomás Carrasquilla es una herencia cultural de la antioqueñidad.

Consejo de Redacción AdP

Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.

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