OpiniónEL CENTRO HISTÓRICO DE JERICÓ ES PATRIMONIO NACIONAL ¿CUÁLES SON NUESTROS RETOS?

Ser patrimonio es una condición que los jericoanos debemos entender desde las diferentes perspectivas que el término en sí mismo ofrece. He considerado siempre que el patrimonio fundamental y común a todos es la vida. Así, la expresión más compleja del patrimonio somos los seres humanos que a partir de nuestra naturaleza social construimos relaciones, y de ellas surgen asuntos como la gastronomía, la música, el arte, el lenguaje, los modos de producción, la ocupación...
Consejo de Redacción AdP7 años .367311 min

Ser patrimonio es una condición que los jericoanos debemos entender desde las diferentes perspectivas que el término en sí mismo ofrece. He considerado siempre que el patrimonio fundamental y común a todos es la vida. Así, la expresión más compleja del patrimonio somos los seres humanos que a partir de nuestra naturaleza social construimos relaciones, y de ellas surgen asuntos como la gastronomía, la música, el arte, el lenguaje, los modos de producción, la ocupación del territorio y la arquitectura, entre otras muchas.

Sin perder de vista a la comunidad como sujeto y objeto del concepto de patrimonio, intentaré esbozar lo que en mi consideración son los retos que enfrentamos con la nominación que en este ámbito formalizó el ministerio de cultura el 9 de marzo de 2018 a través de la resolución 0663, “por medio de la cual se declara bien de interés cultural del ámbito nacional el centro histórico (CH) de Jericó (Antioquia) y se aprueba su plan especial de manejo y protección (PEMP)”.

Además de los compromisos jurídicos, esta declaratoria proporciona al centro histórico de Jericó lineamientos técnicos tendientes a la conservación de los valores tipológicos que nos hacen merecedores de esta calificación.

  • RECONOCERNOS: el primer reto es que los jericoanos reco­nozcamos estos patrones tipológicos, sepamos identificar­los y podamos promover su conservación. Irónicamente, los poseedores de bienes inmuebles con características patrimoniales, muchas veces desconocen su valor y se ven asaltados por la estimación que de ellos hacen los foráneos. Debemos, entonces, redescubrir los detalles que acompañan nuestras construcciones, la importancia de los patios, solares, los contraportones, baldosas de mosaico, andenes en piedra, entablados, aleros, tallas de madera, bahareques, tapias, y lo que para nosotros es cotidiano, que está cargado de esa calidad legada por la historia y podemos aún gozar. Ser patrimonio no es discurso de eruditos, es la realidad que hemos construido, nos pertenece y nos compromete.

 

  • EDUCARNOS: un reto que compromete a las instituciones, en especial las educativas, a construir e implementar estrategias pedagógicas que vinculen el estudio de la historia local, y desde allí -como un componente curricular fundamental- entender que la forma de preservar los valores patrimoniales es educarnos permanentemente y afirmar que hacemos parte de la dinámica de conservación. Pero esto no puede quedarse en campañas aisladas como la otrora acertada cátedra Jericó. Garantizar el relevo generacional del conocimiento es propiciar que los nuevos habitantes tengan herramientas para afrontar los retos que se presenten y puedan asumirlos e incorporarlos a dinámicas globales.

Educarnos es fundamental. No se protege lo que no se conoce.

  • GESTIONARNOS: la creciente dinámica turística que vive nuestro municipio está ampliamente ligada al asunto de la conservación urbanística con todos sus componentes. La demanda de servicios que supone este renglón económico hoy vuelve la mirada sobre el espacio público existente y sobre asuntos como el transporte, parqueaderos, mercado, manejo de residuos, telecomunicaciones, segundas residencias, subdivisión de las periferias, entre otros temas ya esbozados en el esquema de ordenamiento territorial, sin que su intervención haya avanzado al ritmo de la demanda, por asuntos financieros principalmente. No es una tarea que pueda endilgarse exclusivamente a las administraciones públicas, pero sí se enmarca en la actual revisión del Esquema de Ordenamiento Territorial (EOT) la priorización de acciones y modelo de ocupación de territorio en el crecimiento inminente y necesario de nuestra área urbana.

Dentro de la gestión el asunto financiero tiene mucha importancia, tanto como la definición de lo que se quiere lograr. La coordinación de los entes territoriales (nación, departamento, municipio) es totalmente necesaria para garantizar la eficacia de las inversiones que promuevan los objetivos territoriales y es totalmente necesaria para garantizar la eficacia de las inversiones que promuevan los objetivos territoriales y que permitan establecer líneas de acción que superen los periodos administrativos, teniendo como eje la conservación del patrimonio, sin que esto riña con los nuevos desarrollos. La declaratoria ministerial sirve de acicate para la gestión que requiere esta responsabilidad.

  • MANTENER Y PROYECTAR: es equivocada la lectura de que la conservación patrimonial implica la no intervención. Justamente su plan especial de manejo y protección PEMP clasifica los inmuebles urbanos en tres niveles, dándonos los parámetros para abordarlos de manera adecuada:
Nivel   de conservación PEMP CANTIDAD DE PREDIOS
Nivel 1 59
Nivel 2 116
Nivel 3 1630
TOTAL 1805

Mantener los valores arquitectónicos que tenemos nos permitirá la conexión con las nuevas dinámicas que enfrenta el territorio jericoano. El componente ambiental circundante del área urbana, compuesto por el Ecoparque Las Nubes, el morro El Salvador, las quebradas que discurren desde la montaña y nos atraviesan, son enclaves que definen morfológicamente las áreas próximas de desarrollo urbanístico; es imperante posibilitar el crecimiento urbano como estrategia para la conservación del centro histórico, liberándolo de la presión inmobiliaria que enfrenta.

La palabra patrimonio, que viene del latín patri (padre) y monium (recibido) lo recibido por línea paterna, nos convoca a pocos días de cumplir un año de la declaratoria a apreciarla como una oportunidad, a arroparla dentro de la construcción de visión de desarrollo que nos consolide en la aspiración de sostenibilidad que requerimos como población. En conclusión, estos retos y, seguramente, otros muchos que surgen en la actual dinámica territorial nos exigen informarnos y construir criterios para participar de este momento histórico para nuestro pueblo. Hoy, cuando es difícil distinguir una opinión de una noticia por la validación de las redes sociales, debemos ser cuidadosos en la selección de fuentes de información para no caer en la especulación peligrosa y destructiva, que rompe las dinámicas que se construyen a través de la comunicación efectiva.

Por Luis Fernando León Pérez

leon8027@gmail.com

 

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Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.

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