Respeto a la memoriaJERICÓ, TERRITORIO QUE HUELE A CAFÉ

Colombia es un país cafetero por excelencia, eso no se puede negar. Su sabor, aroma y textura han sido ampliamente reconocidos alrededor del mundo. Sin embargo, y pese a la fama que tuvo durante la primera mitad del siglo XX, hoy el café no pasa por su mejor momento. Debido al desplome del precio y a la forma en que se comercializa el grano en las bolsas del mundo, los cafeteros han tenido importantes pérdidas...
Consejo de Redacción AdP6 años .15234 min

Colombia es un país cafetero por excelencia, eso no se puede negar. Su sabor, aroma y textura han sido ampliamente reconocidos alrededor del mundo. Sin embargo, y pese a la fama que tuvo durante la primera mitad del siglo XX, hoy el café no pasa por su mejor momento.

Debido al desplome del precio y a la forma en que se comercializa el grano en las bolsas del mundo, los cafeteros han tenido importantes pérdidas que ponen en vilo la economía de 540.000 familias en todo el país. Bajo la figura de contratos futuros los compradores internacionales no tienen el café de forma física e inmediata, sino a través de papeles o documentos que certifican futuras entregas de hasta dieciocho meses. Es decir, el comprador, que adquiere el producto a un determinado precio, puede vender sus papeles cuando el producto haya subido, lo que en algunos casos ocasiona una sobreoferta que jalonea el precio a la baja, situación por la que el país atravesó a mediados de 2018. “La compra y venta en este mercado termina siendo una transacción de documentos; no es un mercado como la Mayorista, donde el producto está ahí”, comentó Álvaro Jaramillo Guzmán, director ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros de Antioquia al periódico El Mundo, en agosto del año pasado.

A partir de su apogeo, en las primeras décadas del siglo XX, regiones como Quindío, Risaralda, Caldas y el Suroeste antioqueño, han sido el corazón de este producto, y desde entonces mantienen a cuestas toda una herencia cafetera que hoy todavía perdura. Por eso, es importante comprender que en Jericó el café es un componente vital dentro del desarrollo del municipio, y que otras actividades económicas no buscan desplazar su permanencia en la zona, pues negar ese legado es, por lo demás, imposible.

Las calles de Jericó huelen a café, sus tiendas reciben contertulios que mojan la palabra con un pocillo de tinto mientras hablan de lo divino y lo humano. En Jericó hay emprendedores que deciden darle identidad a su tierra, a un producto hecho a pulso y en el que el campo es protagonista.

El café siempre será un referente para el Suroeste antioqueño, pues es un renglón importante dentro de la economía local, y en el que muchos jericoanos se desempeñan actualmente. Por eso, para nosotros es fundamental que el café continúe siendo un componente de la cultura y la herencia en esta zona del país.

Consejo de Redacción AdP

Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.

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