Uno de los programas más importantes y claves a los que Minera de Cobre Quebradona le apuesta es al fortalecimiento educativo, específicamente en la enseñanza del inglés desde preescolar hasta quinto en las instituciones educativas rurales y urbanas.
Una de las principales bondades de este programa es que las clases de inglés se imparten dentro del horario escolar. Esto permite que los niños y niñas puedan aprovechar su tiempo libre después de la jornada académica, en otras actividades que contribuyen a su crecimiento integral, como lo son las actividades deportivas, artísticas y recreativas, esenciales para su formación completa.
Para el año 2024, un total de 748 estudiantes de primaria están recibiendo clases de inglés, lo que representa un impacto significativo al alcanzar al 93% de los estudiantes matriculados.
Paola Contreras Cano es la madre de Mariángel Parra Contreras, una niña de seis años que cursa preescolar en la Institución Educativa San José. Mariángel ha sido diagnosticada con autismo y retraso cognitivo, lo que ha hecho que su proceso de aprendizaje sea un poco más difícil que el de otros niños. Sin embargo, a pesar de los desafíos, su madre comparte con gran emoción el sorprendente progreso de su hija en el aprendizaje del inglés durante los últimos diez meses, bajo la guía del profesor Carlos Emilio Marín.
“Hace unos días, el profesor realizó un examen oral, y Mariángel respondió a todas las preguntas correctamente. Ahora canta canciones completas en inglés, a pesar de que nunca había tenido contacto con este idioma”, comenta Paola con orgullo. “Estoy muy contenta con el proceso que lleva en la Escuela Madre Laura porque incluyen asignaturas como inglés y música en su pensum, lo que les permite a los niños adquirir muchísimas habilidades para la vida”.
Paola está convencida de que el enfoque dinámico del profesor Emilio ha sido clave en el desarrollo de su hija. “En las clases cantan, bailan, juegan, y eso hace que los niños disfruten el aprendizaje mientras se divierten. Es un método muy interesante, y creo que gracias a eso mi hija ha podido avanzar tanto”, agrega emocionada.
Como madre, Paola se entrega por completo al apoyo de Mariángel en casa, dedicando tiempo a trabajar con ella en actividades a través de música y juegos divertidos. “Me vuelvo muy dinámica y creativa”, comenta Paola con una sonrisa, “así le enseño las vocales, los números y muchas otras cosas”. Con paciencia y amor, Paola ha encontrado maneras de hacer del aprendizaje una experiencia alegre y significativa para su hija.
La historia de Mariángel es un recordatorio del poder de la educación inclusiva, donde, con los recursos adecuados y el cariño necesario, cualquier niño puede superar barreras y alcanzar su potencial.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.