Mi nombre es Néider Robledo y soy campesino del corregimiento de Palocabildo, en el municipio de Jericó. Toda mi vida ha girado en torno al campo, trabajando con cultivos de café, plátano y banano. Desde muy joven aprendí a cuidar la tierra, y ha sido a través de este oficio que he podido sostenerme y construir mi vida.
Sin embargo, mi historia no solo está ligada a la agricultura. Durante varias temporadas he trabajado como contratista para Kluane, la empresa encargada de las perforaciones para los estudios de suelo en el proyecto Quebradona. Esa experiencia me permitió conocer de cerca cómo funciona este tipo de actividad y darme cuenta del compromiso que tienen con el medio ambiente y con los estándares sociales.
Hace dos años, a través de unos amigos, me enteré de que la minera tenía una iniciativa para fortalecer la agricultura en nuestra región. Me presenté y fui aceptado en uno de sus proyectos productivos con mi cultivo de plátano. Desde ese momento, mi forma de ver la agricultura cambió por completo.
Gracias a los insumos y la asistencia técnica que recibo, he aprendido a mirar mi cultivo de una manera más grande, más macro. Antes, solo lo veía como una forma de subsistencia, pero ahora entiendo que, bien manejado, puede ser una actividad rentable y sostenible. Este proceso me ha ayudado a mejorar tanto mi trabajo como mi calidad de vida.
No soy el único en mi familia que ha tenido contacto con Minera de Cobre Quebradona. Algunos de mis familiares también han trabajado allí y siempre me han contado cómo se manejan los procesos en la compañía, con mucho profesionalismo y respeto por el medio ambiente. Por eso, tengo una muy buena percepción del proyecto. Incluso diría que no he visto otra empresa en Jericó que tenga estándares ambientales tan altos como la empresa minera.
Para mí, el proyecto Quebradona es algo que debería realizarse. No solo porque genera empleo de calidad, lo que ha ayudado a reducir los momentos difíciles en nuestro municipio, sino porque también aporta al desarrollo económico de Jericó. Hoy puedo decir que los tiempos malos han disminuido gracias a estas oportunidades.
Estoy convencido de que este proyecto es una apuesta que beneficia a todos: a los campesinos, a las familias que dependen de estos empleos, y a nuestra región. Además, siempre con un cuidado responsable por el medio ambiente, algo que considero fundamental.
Hoy me siento agradecido y orgulloso de ser parte de este proceso. Como campesino, mi vida ha cambiado mucho, y creo firmemente que iniciativas como esta son el camino para construir un mejor futuro para nuestra comunidad y nuestro municipio.
Por Néider Robledo,
Habitante corregimiento Palocabildo
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.