Existen multitud de estudios, artículos y análisis sobre lo que significó la minería de Antioquia no solo para el desarrollo de nuestro departamento sino para el desarrollo del país. Es una historia de la que debemos sentirnos orgullosos. De verdad, la minería habla de todo lo que significa la pujanza paisa.
El hecho de que, desde cientos de años antes de la conquista española, ya las comunidades aborígenes que habitaban en el territorio de lo que hoy es Antioquia, buscaran el oro de aluvión en los ríos y lo trabajaran además como adorno en sus rituales, le da sentido a ese dicho según el cual “por las venas de todo antioqueño circula la sangre de un minero”. Es un dicho cierto, todos los antioqueños tenemos un antepasado que fue minero, que trabajó en una mina, que buscó oro.
El profesor Alejandro Arbeláez Arango destaca que “fue el oro el motor básico y principal renglón de exportaciones de la economía americana, neogranadina y antioqueña durante la Conquista, la Colonia y la Independencia”.
Destaca que lo que se conoce como “mazamorreros”, que son los que buscan el oro en la rivera de los ríos, fueron integrados en la época de la colonia por mineros independientes, tanto blancos como negros libertos e incluso algunos indios quienes “sin riqueza material, con rudimentarios elementos y una grande esperanza…fueron quienes le dieron a la minería antioqueña un carácter particular”. Habla entonces de miles de explotadores independientes con los que “se garantizaba la democratización de la propiedad, el respeto a la libre iniciativa y, por encima de ello, el que hubiera una clase social independiente que pensara en función de empresa y progreso”.
El estudio del profesor Arbeláez Arango resalta que hacia la mitad del siglo XVII apenas una tercera parte de la minería se hacía bajo la modalidad de empresa organizada y para comienzos del siglo XVIII se estima en un 85% la minería independiente.
Así, a diferencia del resto del país, la agricultura no se configuró como un medio de generación de riqueza, sino como una actividad de cultivos de pan comer. Para una persona “que tenía la posibilidad de aventurarse de manera independiente en la explotación aurífera, era poco atractivo trabajar como asalariado o aparcero en un latifundio perteneciente a un terrateniente, puesto que la proporción de remuneraciones podía ser de cuatro a uno en favor de la minería. Es por ello que la Antioquia de la Colonia e incluso de la Independencia, no fue una región agrícola sino eminentemente minera y sobre todo, de hombres emprendedores y libres”.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.