El sueño de todos los países, de todas las regiones, de todos los pueblos es crear las condiciones para que el progreso sea un beneficio que llegue a todos quienes los integran.
El progreso es una mejora sensible en las condiciones de vida de quienes hacen parte de la sociedad. Se trata de una transformación en todos los aspectos: en la vida de las personas, pero también en las condiciones de la economía colectiva y social, avances en la cultura y en su disfrute (para citar solo algunos ejemplos). Los expertos denominan a esto el bienestar colectivo.
Está probado que el progreso colectivo no se decreta. Esto quiere decir que no opera a la manera de un mandato gubernamental. El progreso colectivo es una construcción colectiva, un esfuerzo conjunto. Sociedades avanzadas como la noruega, la holandesa y las que integran los denominados países bajos, que tienen características excepcionales y que en nada se parecen a otros modelos de desarrollo salvaje, demuestran que ese esfuerzo colectivo requiere de una gran unidad. La unidad de las organizaciones sociales no es una unidad en términos absolutos, una unidad en la que todos tenemos que pensar lo mismo y actuar en todo de la misma manera, no. Es una unidad que respeta las diferencias pero que sabe establece acuerdos colectivos en beneficios de todos sus integrantes. Es posible unirnos en temas de gran trascendencia como el empleo, la educación, el futuro de los jóvenes, la cultura, la naturaleza, la responsabilidad colectiva.
Los expertos en el concepto del desarrollo sostenible que es un pilar clave en el marco del desarrollo integral sostienen que se trata de equilibrar las necesidades económicas, sociales y ambientales para garantizar un bienestar a largo plazo. Este concepto se centra en la idea de que el desarrollo debe satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas.
Tenemos en esta edición artículos que son hechos de progreso: los jóvenes y las nuevas tecnologías, el empleo y el emprendimiento, la diversidad de la actividad productiva que, pensamos nosotros, ayudan a esta reflexión sobre la unidad. Trabajar unidos por la región, es posible.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.





