Si quisiéramos resaltar un proyecto que haya transformado la realidad de la Comuna 13 en Medellín, ese debería ser el que la agrupación cultural Son Batá viene liderando desde hace más de quince años, llevando música, baile y esperanza a los niños, niñas y jóvenes de esta comuna. Hoy, gracias al trabajo musical que se ha adelantado allí, se ha ido dejando atrás esa historia de violencia y guerra para darle paso al arte y la cultura como medios de transformación de vidas.
Y ese mismo modelo es el que se busca implementar en Jericó, pues aunque las realidades sociales de estos dos lugares sean totalmente distintas, en lo que sí se concuerda es en que la música debe llegar a todos los rincones de nuestro país e involucrar a todas las comunidades, para hacer del arte una herramienta de cambio de tantas realidades adversas que hoy sufren nuestros jóvenes.
Este proceso musical, que se tiene contemplado desarrollar durante este 2020, nace de un trabajo articulado entre la Fundación ProJericó y la agrupación Son Batá, con el fin de fortalecer los procesos musicales que se han venido adelantando en nuestro municipio, como por ejemplo el que ha venido liderando desde años atrás la banda marcial Sergio González Orozco y con el que se espera que más niños, jóvenes y adultos jericoanos se acerquen a la música a través de la ejecución de algún instrumento.
En un primer acercamiento con las comunidades de nuestro municipio, contamos con la presencia de Son Batá y la agrupación Perro Bravo, quienes el fin de semana del Hay Festival realizaron presentaciones musicales en la zona industrial de Jericó, en la vereda Estrella Nueva y en el corregimiento Puente Iglesias, espacios donde nos encontramos con el entusiasmo de muchos niños y jóvenes que mostraron todas las ganas y la energía para participar en el proceso que se plantea.
En el caso de Puente Iglesias, Son Batá se sorprendió al ver en el rostro de los niños la inmensa felicidad que les producía el tenerlos allí haciendo música en vivo, pues, como muchos de ellos manifestaron, era la primera vez que estaban en un concierto y que veían agrupaciones musicales en su corregimiento. También fue grato para los artistas el haber podido invitar a los más pequeños a que hicieran parte del concierto. Los niños tocaron los instrumentos e hicieron así su primer acercamiento al universo musical.
Durante este 2020 se espera que sean muchas las personas de esta región a las que se logre llegar con el arte de la música, para así empezar a transformar vidas con la cultura y formar personas que, más allá de trascender fronteras, sean felices tocando algún instrumento y haciendo parte de alguna agrupación musical. Y, por qué no, que se creen artistas que más adelante nos representen en los mejores escenarios a nivel mundial.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.
