El clima, las condiciones del terreno y el trabajo cuidadoso de su gente han hecho que Puente Iglesias se convierta en un importante productor de cítricos del suroeste antioqueño. Por eso, a orillas del río Cauca se asientan grandes extensiones de cultivos de naranja y otros árboles de cítricos de diferentes calidades, que endulzan el paladar del departamento y del resto del país.
Uno de los principales factores a favor de la cosecha de cítricos en la zona tiene que ver con la ubicación de los cultivos, que se encuentran por encima de los novecientos metros sobre el nivel del mar, lo que permite que la calidad y el sabor del fruto sean óptimos, y que municipios como La Pintada y Puente Iglesias se conviertan en un referente para la producción de naranja.
Sin embargo, además del entorno natural en la zona, es necesario que el cultivo sea revisado periódicamente para evitar plagas o bacterias que dañen la producción, por lo que para mantener la calidad es fundamental que se haga a mano un adecuado control de maleza y se tenga un buen sistema de riego estacionario.
Además, las naranjas no son solo un producto representativo de la zona, sino también una entrada económica importante para los habitantes de Puente Iglesias, quienes trabajan en fincas productoras recogiendo, clasificando y transportando el fruto a través de caminos que conectan con la vía que comunica el corregimiento con el casco urbano de Fredonia.
Se estima que de las 497.226 toneladas de naranjas que se producen cada año en Colombia, el suroeste antioqueño encabeza la lista con 271.637 toneladas, posicionando esta región como líder en el mercado. Según cifras del Ministerio de Agricultura de 2017, ese año se exportaron 28.130 toneladas de cítricos a diferentes países, y en 2018 esa cifra se superó al exportar cerca de 30.000 toneladas; pero se espera que, con el tiempo, muchas otras familias puedan vivir de un fruto que endulce sus vidas.
Consejo de Redacción AdP
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