Así nos ven en las otras regiones del país y así somos los antioqueños. La pujanza nos define.
Se ha dicho de la pujanza que es la fuerza o vigor con que se desarrolla algo o con que se realiza una acción. Hay palabras que se asocian a este concepto: brío, potencia, energía, garra, firmeza.
En este periodo, dedicamos nuestra valla a resaltar la palabra pujanza como un homenaje a esa característica tan esencial de la antioqueñidad. Decimos que la pujanza está inmersa en el espíritu jericoano.
La pujanza es una herencia de nuestros mayores.
No puede entenderse la épica de la colonización antioqueña sino desde la virtud de la pujanza. La revolución industrial que protagonizamos en el siglo XIX es producto de la pujanza. El desarrollo de la minería, que fue además motor de la industrialización, no puede entenderse sino desde la pujanza.
Hay una serie de hechos históricos que hacen que el país nos vea como nos ve: el Túnel de la Quiebra, el Ferrocarril de Antioquia, el Metro de Medellín y, ahora, el Túnel de Oriente. Todas son poderosas iniciativas que reflejan nuestra pujanza.
La pujanza, ese sentimiento aprendido de los abuelos en el sentido de que somos gente “echada pa’ delante”, está inscrita en nuestro ADN. Es por ello que nos acostumbramos a ver paisas emprendedores, que lo mismo se defienden arrendando camellos en Egipto que trabajando como guías turísticos en New York.
En Jericó vamos a convertirnos en un ejemplo para Colombia, vamos a protagonizar otro caso de transformación positiva, vamos a ser una potencia porque tenemos el privilegio de contar con una gran riqueza natural que, explotada con tecnología, eficiencia y sostenibilidad, nos permitirá contribuir a nuestro desarrollo, al desarrollo de Antioquia y al desarrollo del país.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.
