En la vereda La Leona de Jericó, el sonido de las palas abriendo la tierra se mezcló con las risas, los saludos y el entusiasmo de habitantes del municipio que se reunieron para sembrar 150 árboles nativos. No fue una jornada cualquiera. La siembra se hizo en el marco del programa “Sembramos Vida” de Minera de Cobre Quebradona, atendiendo una solicitud de una persona de la vereda quien solicitó apoyo con la siembra de los árboles.
Lo que empezó como una actividad ecológica se transformó rápidamente en un encuentro cargado de sentido, donde cada árbol representó una historia, un anhelo y un compromiso.
Carlos Palacio, habitante de Jericó, dejó en claro lo que significó para él plantar un árbol: “Este árbol lo siembro por mis hijos, por el futuro de ellos, para que tengan vida, para que tengan un encuentro sano con la naturaleza”. Sus palabras, sencillas pero profundas, reflejan el espíritu de la jornada: cada semilla sembrada es también una semilla de conciencia y esperanza para las nuevas generaciones.

La empresa Soluciones Agroforest también se sumó a la siembra, María Fernanda Cano resumió la jornada con una frase que resonó entre todos los participantes: “Hoy estamos sembrando esperanza”. Y es que cada árbol no solo busca restaurar los ecosistemas, sino también fortalecer el tejido comunitario que se entrelaza con la vida del campo.

Otro testimonio que marcó el día fue el de Víctor Gil, conductor de la empresa de transporte Viacotur y vecino de Jericó, quien compartió con orgullo: “Yo transporto vidas y hoy sembramos vida”. Su presencia y participación reflejan el compromiso de distintos sectores del municipio con el cuidado ambiental, mostrando que la sostenibilidad no es tarea de unos pocos, sino un camino que se recorre en comunidad.

La jornada de siembra en La Leona fue mucho más que una actividad ambiental. Fue un acto simbólico y transformador, donde se reconoció el poder de lo colectivo, se reforzó el vínculo con la tierra y se renovó la esperanza de un futuro más verde. Los árboles sembrados crecerán con el tiempo, y con ellos también lo harán las historias y sueños de quienes los cuidaron desde el primer día.
Las 150 especies nativas que se sembraron fueron chagualo, acacia amarilla, payandé, chachafruto, nogal y guayacanes.
Sembrar es más que plantar: es creer, es cuidar, es construir un territorio lleno de esperanza.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.