Soy una mujer jericoana criada con los valores del trabajo, la solidaridad y el respeto. Hoy, como madre y esposa, quiero compartir mi visión sobre el proyecto Quebradona, porque he vivido en carne propia cómo este ha traído oportunidades reales para mi familia y mi comunidad.
Mi esposo Sergio González trabaja hoy con Quebradona. Gracias a ese trabajo estable, hoy tenemos tranquilidad. Pudimos darle educación superior a uno de nuestros hijos y vivir con más dignidad. No se trata solo del dinero, sino de sentir que somos parte de algo más grande, que también estamos construyendo un mejor futuro para la región.
En particular, me siento muy orgullosa de mi esposo Sergio González porque ha crecido laboralmente en Quebradona y ha aprovechado la oportunidad que la empresa le ha dado para estudiar y seguir creciendo. Sergio empezó en Quebradona siendo bachiller, ahora es técnico, tecnólogo, y el próximo 4 de julio se gradúa como profesional. Un orgullo para toda la familia.
Siento que la empresa Quebradona nos escucha e incluye como comunidad y, sobre todo, nos ha dado herramientas para crecer. No solo se trata de empleo, aunque eso ha sido fundamental para muchas familias como la mía, sino también de formación y acompañamiento que brinda la empresa para que diversas organizaciones del territorio como Juntas de Acción Comunal y comercios mejoren sus capacidades.
He sido testigo de cómo Quebradona trabaja con responsabilidad, cuidando el agua, reforestando, educando sobre el medioambiente, sembrando futuro con hechos y no solo con palabras. No es una empresa perfecta, ninguna lo es, pero sí ha mostrado voluntad de escuchar, corregir y construir de la mano con nosotros.
El desarrollo y proyectos como Quebradona no tienen por qué reñir con nuestras raíces ni con la naturaleza. En esta tierra caben el café, la minería responsable, los árboles y los sueños. Jericó merece un futuro donde las mujeres como yo seamos protagonistas y no solo espectadoras.
Les digo a otras mujeres, a otros jericoanos, que sigamos caminando juntos, con diálogo, con respeto y con esperanza. Que podemos construir y crecer en medio de las diferencias.
Por Fidelina Contreras, habitante de Jericó
Conoce más sobre Fidelina y su familia en este video:
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Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.
