OpiniónEL PLACER DE LEER

Leer es trocar horas de hastío por horas de inefable y deliciosa compañía. Jhon Fitzgerald Kennedy ¿QUÉ ES LEER? Para muchos, leer puede ser sinónimo de aburrimiento, una obligación que se asume desde el colegio o una práctica pasada de moda; por lo que regalar un libro ya no se concibe como una idea de un buen regalo. Con el avance tecnológico y las nuevas formas seductoras de entretenimiento, que cada vez se imponen más...
Consejo de Redacción AdP4 años .22578 min
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Leer es trocar horas de hastío por horas de inefable y deliciosa compañía.

Jhon Fitzgerald Kennedy

¿QUÉ ES LEER?

Para muchos, leer puede ser sinónimo de aburrimiento, una obligación que se asume desde el colegio o una práctica pasada de moda; por lo que regalar un libro ya no se concibe como una idea de un buen regalo. Con el avance tecnológico y las nuevas formas seductoras de entretenimiento, que cada vez se imponen más rápido, las personas, en su mayoría, ocupan su tiempo en aspectos diferentes a la lectura. La biblioteca ya no es un sitio tan agradable.

Leer, para mí, constituye uno de los pasatiempos más bellos y provechosos que puedan existir. Cuando leemos recuperamos nuestra libertad, apreciamos el valor semántico de cada palabra, enriquecemos nuestro vocabulario y podemos comprender mensajes escritos en diferentes tipos de textos y realidades. Cuando leemos, ya sea desde el balcón de la casa, el sofá o la comodidad de nuestra cama, podemos viajar a cualquier lugar del mundo, conocer sobre cultura, sobre el amor, sobre historia y sobre una infinidad de aspectos. Y es que la literatura es un mundo en donde caben todo tipo de pensamientos, gustos y temas.

Para los amantes de la historia no hay forma más bella y sensual que conocerla por medio de la literatura clásica. Novelas como Lo que el viento se llevó, escrita por Margaret Mitchell, donde se narra la guerra de secesión estadounidense en forma de drama romántico, se habla de la sociedad esclavista del momento, el papel de la mujer y la discriminación racial; o la obra El príncipe de Nicolás Maquiavelo, cuyo personaje principal describe, a través de sus viajes y sus cargos como canciller, mensajero y consejero de la realeza, el poder, las estratagemas y demás perspicacias utilizadas en el arte de la guerra, además critica la ética, la moral y realiza valiosos aportes a la concepción política moderna; son relatos que han marcado nuestra historia y nos permiten conocer los principios básicos de la sociedad actual y el porqué del momento en el que nos encontramos.

No hay mayor placer, para los que prefieren las sagas o las series, que soñar el mundo mágico de Harry Potter, que entre hechizos, pociones y es­cobas voladoras nos hizo aventurarnos en cada línea, a la vez que identificábamos valores como la amistad y la lealtad, el reconocimiento propio y la superación de fantasmas y miedos internos. Un mundo mágico que nos brinda, además, elementos que no son ajenos a nuestra realidad.

Para el gusto colombiano tenemos Paraíso Travel de Jorge Franco, La Franja Amarilla de William Ospina o Manuela de José Eugenio Díaz Castro, que, de igual manera, describen nuestra realidad. En fin, si bien lo preciso, seguir contando cada libro y el conocimiento que me ha dejado sería poco sutil, porque no sé a quién pueda interesarle tanto como a mí.

Diego Aristizábal, comunicador y columnista de varios periódicos, en una de sus columnas para el periódico El Espectador, asevera que «leer es un problema, un problema que además no tiene cura. Si alguien se contagia, pobre, está jodido, porque desde ese mismo instante lo único que querrá hacer el resto de la vida será leer y leer».

Según el comunicador, «los síntomas comienzan con un fugaz pensamiento: “una paginita más”, “término este capítulo y me acuesto” hasta que sin querer se termina el libro de la noche a la mañana, literalmente, y el pobre reposa palpitante en el nochero, en el piso, en una punta de la almo­hada como si fuera el más enamorado de los enamorados. Luego, una fiebre eufórica, una emoción extraña sugieren que empiece de inmediato otra aventura. Llegado a ese punto no hay nada que hacer. Las historias se sucederán una a una hasta que esta alma perdida crea que no podrá parar de leer el resto de la vida».

La invitación que les hago es a que LEAN, que tomen un libro de su gusto y empiecen a conocer ese mundo maravilloso, que estampen esta práctica a sus vidas, que se llenen de líneas maravillosas y abran sus mentes al conocimiento.

Consejo de Redacción AdP

Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.

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