Respeto a la memoriaJERICÓ, UNA HISTORIA DE CAMBIOS Y DE CÓMO HEMOS TRABAJADO PARA NO ESTANCARNOS

Jericó ha sabido ajustarse a los desafíos económicos que le ha traído cada época y ha logrado evolucionar comercialmente sin perder de vista sus arraigos, sus tradiciones ni su cultura. Desde su fundación en 1850, este municipio comenzó a trazar un rumbo económico basa­do principalmente en la agricultura y la ganadería, pero muy pronto, con el surgimiento y la llegada de hombres ilustres como Monseñor Ramón Nicolás Cadavid o don Ovidio Castañeda Calle, en Jericó...
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Jericó ha sabido ajustarse a los desafíos económicos que le ha traído cada época y ha logrado evolucionar comercialmente sin perder de vista sus arraigos, sus tradiciones ni su cultura. Desde su fundación en 1850, este municipio comenzó a trazar un rumbo económico basa­do principalmente en la agricultura y la ganadería, pero muy pronto, con el surgimiento y la llegada de hombres ilustres como Monseñor Ramón Nicolás Cadavid o don Ovidio Castañeda Calle, en Jericó se empezó a gestar una era industrial en la que nacieron fábricas de telares, jabones e importantes cultivos de café.

Y fue en torno a esta última actividad que comenzó a crecer una economía comercial fuerte y dinámica, con la que aparecieron otras alternativas como la guarnilería, las fondas, las tiendas de abarrotes y los almacenes, en los que nuestros campesinos caficultores siempre han realizado sus compras y se han abastecido de víveres. Entre estos negocios se encuentra, por ejemplo, el almacén Verdún, el más antiguo de Jericó, que cuenta con cien años de experiencia en servicio a la comunidad jericoana.

Entre las actividades comerciales que más han dinamizado la economía del municipio durante toda su historia se cuentan la ganadería, la arrie­ría, la agricultura, la caficultura, la venta de legumbres, las carnicerías, las ventas de abarrotes, los almacenes de ropa, las tiendas de barrio y las cafeterías. Entre las personas que más desarrollo trajeron a nuestro municipio y fortalecieron la economía local con su trabajo y esfuerzo, aparecen los nombres de arrieros como El Loco Flórez, Kiko Arango y sus hijos, Manuel “Niguas”, Francisco Muriel, Polo Henao, Pedro Cano y Pedro Carmona; carniceros como don Rafael Aristizábal, Ovidio Castañeda, Fabio Arango, Gabriel Restrepo “Marañas” y Antonio Loaiza; legum­breros como Octavio Espinosa y Arturo Restrepo; y dueños de las tiendas de abarrotes como Carlos Ramírez Peláez, Luis Parra y Fidel Castaño.

Los lugares en los que los jericoanos han desarrollado su vida social también han jugado un papel importante en el desarrollo económico local, no solo por ser tradicionales espacios que nuestros antepasados frecuentaban para realizar sus negocios mientras disfrutaban de un buen café, sino también por el empleo que han generado. Estos sitios aún existen en el inventario de cafeterías de nuestro pueblo, y entre ellos se destacan Luna Park, Macondo, 5 & 6 y Claro de Luna.

El transporte de carga, que en sus inicios se realizaba exclusivamente entre Jericó y Pueblorrico por la inexistencia de vías como la que conduce a Támesis, Palocabildo o la que conduce a Medellín por La Cascada, también desarrolló un rol muy importante en la evolución económica de nuestro municipio, pues los conductores se encargaban de movilizar la legumbre entre ambos pueblos, para que esta luego fuera comercializada en los toldos del parque principal. En los lugares a los que no llegaban estos camiones todavía era común ver a los arrieros desafiando agrestes caminos de herradura para sacar el café y los productos agrícolas de cada una de las veredas.

De estos grandes comerciantes y agricultores aún conservamos la tradición comercial que nos legaron, y con el pasar de los años hemos recibi­do en nuestro municipio nuevas empresas que se han venido asentando, trayendo consigo nuevas oportunidades de empleo y desarrollo para el territorio; pero con la firme convicción de que lo tradicional se debe conservar y fortalecer, pues no podemos olvidar a aquellos hombres y mujeres que contra todo pronóstico hicieron de sus actividades económicas verdaderos motores de progreso para nuestra región.

Consejo de Redacción AdP

Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.

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Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.

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