Jericó, es la cuna del carriel, el pueblo de las 15 iglesias y las casas bonitas, un lugar mágico para vivir, por la amabilidad y empuje de su gente.
Uno de los apelativos del municipio es “La Mesa de Dios”, haciendo alusión a la abundancia y a que siempre hay cabida para todo el que llegue; por eso, no es raro el hecho de contar con gran diversidad en la vocación económica que lo ha convertido en un pueblo progresista.
Y es que Jericó, desde sus inicios, tuvo un gran desarrollo en su economía, principalmente en ganadería y en agricultura con la siembra el plátano, yuca, frijol y tomate, para el sustento de los hogares; no obstante, para el año 1900, es decir 50 años después de su fundación, su población fue incrementando y con ese incremento, el renglón económico fue expandiéndose. Jericó ya contaba con alrededor de 15.000 habitantes y un considerable número de establecimientos dedicados al comercio de sandalias, fabricación de jabón, cafeterías, sastrerías y demás.
Con el pasar de los años, hubo lugar para el asentamiento de nuevas empresas, como: Cultivares, una compañía dedicada al cultivo y comercialización del cardamomo; Mesacé, fundada por Jesús Mesa Caballero, nació como industria talabartera que aún existe luego de 114 años y que ahora reside en Medellín.
Estas empresas, al igual que la industria del cuero, nutrieron, diversificaron y evolucionaron a la economía jericoana, brindando nuevas oportunidades de crecimiento para el municipio y sus habitantes.
En los últimos veinte años, este hermoso paraíso terrenal, continuó con su expansión económica y vocacional, llegando así la industria maderera con empresas como Rincco y Reforestadora Río Frío, el aguacate Hass, la Gulupa, la industria minera y el turismo religioso.
Y es que ¿quién no se enamora de este mágico pueblo? Minera de Cobre Quebradona no es la excepción y desde que llegó hace cerca de 20 años al territorio, se ha venido adaptando a la cultura y tradición de Jericó y por eso día a día, los empleados de esta compañía, que en su mayoría son jericoanos, luchan incansablemente para seguir construyendo ese Jericó soñado y lleno de oportunidades.
El sector minero con sus aportes en lo social, económico y ambiental sigue promoviendo un Jericó progresista, con empleo de calidad y oportunidades. La tierra prometida.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.