Me defino como un hombre despierto y alerta, un término que está ganando reconocimiento debido a la evolución de la conciencia por la que está atravesando la humanidad. Estamos viviendo tiempos de cambio, donde el despertar personal y colectivo ya no es una opción, sino una necesidad inminente.
Nací y crecí en la ciudad de Medellín, y a los 18 años me fui a vivir al exterior. Viví quince años en Estados Unidos, donde me adentré en su cultura, la cual también es muy interesante.
Regresé a Colombia y actualmente vivo en una vereda llamada Nudillales, en el municipio de Támesis, donde resido con mi madre. Aquí, rodeado de montañas, ríos y una naturaleza exuberante, encontré mi verdadera vocación: el campo. Me dedico a desarrollar productos que no existen en el mercado o que, al menos, son poco comunes. He comprendido que la sostenibilidad no solo es viable, sino que es esencial si queremos revertir el daño que le hemos hecho al planeta y que es posible vivir del campo y vivir bien.
Hace poco tuve la oportunidad de visitar el proyecto Minera de Cobre Quebradona, gracias a su programa Miércoles Minero, y descubrí que la percepción que tenía sobre Quebradona estaba distorsionada. Me habían dicho que era una minería que arrasaba con la naturaleza y el agua, pero después de hacer el recorrido me di cuenta de que esto no es cierto. Ahora pienso que, en lugar de ser algo negativo, Jericó es afortunado por contar con este mineral en sus tierras y que sea una empresa con responsabilidad ambiental, como lo es Quebradona. Al final, si ese depósito está ahí, es porque debe aprovecharse. Aunque en Colombia no se realice la transformación del cobre, esa materia prima exportada a otros países genera regalías e ingresos considerables para el país, lo que impulsa el desarrollo.
Durante el recorrido, específicamente en la bodega de núcleos, experimenté una sensación muy especial al tocar una de esas rocas; fue como sentir una verdadera conexión con el planeta Tierra. Fue un momento muy emotivo. Incluso, le comenté al grupo con el que me encontraba, que éramos unos privilegiados al poder ser testigos, a través de los estudios de las rocas, de la historia de millones de años de la Tierra.
Invito a las personas a que conozcan este proyecto sin llevar consigo prejuicios. Les sugiero ir con la mente abierta y dispuestos a recibir información, porque la información trae luz.
Romper con la desinformación es como salir de un cuarto oscuro a un campo abierto, donde la luz te permite ver las cosas con mayor claridad.
En un mundo donde las opiniones muchas veces se forman a partir de rumores o ideas preconcebidas, es fundamental que busquemos la verdad por nosotros mismos. Informarse no solo ilumina nuestra percepción, sino que también nos da la libertad de tomar decisiones más conscientes y responsables.
Por Walter Zapata
Vereda Nudillales, Támesis
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.