OpiniónEl valor de formar opiniones propias

Soy campesino de la vereda La Soledad y, hace una década, fui firme opositor al proyecto Quebradona. Recuerdo que hace unos diez años tuve la oportunidad de visitar el proyecto, en aquel entonces bajo la mirada crítica de quien se opone. A pesar de las explicaciones que nos brindaron durante la visita, quedé con muchas dudas. En mi opinión, algunos aspectos del proyecto no estaban claros ni parecían del todo convincentes. Por mucho tiempo mantuve...

Soy campesino de la vereda La Soledad y, hace una década, fui firme opositor al proyecto Quebradona. Recuerdo que hace unos diez años tuve la oportunidad de visitar el proyecto, en aquel entonces bajo la mirada crítica de quien se opone. A pesar de las explicaciones que nos brindaron durante la visita, quedé con muchas dudas. En mi opinión, algunos aspectos del proyecto no estaban claros ni parecían del todo convincentes.

Por mucho tiempo mantuve mi oposición, en parte porque no me permití escuchar más allá de lo que se corría a voces, y también porque me dejé llevar por el temor que circulaba entre algunos de mis vecinos. Sin embargo, hace dos meses decidí darme una nueva oportunidad y visité nuevamente las instalaciones de Minera de Cobre Quebradona y, para mi sorpresa, lo que encontré fue muy distinto a lo que había visto años atrás.

Me llamó mucho la atención, todo el proceso de instalación de los sensores y medidores de agua, así como los piezómetros, dado que el uso de este tipo de tecnologías da cuenta de la responsabilidad del proyecto con el uso y el cuidado del agua y el hecho de que se implementen acciones concretas para reutilizar el agua en distintas labores del proyecto.

Los aspectos que antes me generaban inquietud han cambiado notablemente. El proyecto ha evolucionado, se ha tecnificado y su planteamiento es mucho más claro y robusto. Hoy, con otra mirada, puedo ver los beneficios que puede traer, no solo para nosotros los campesinos, sino para toda la comunidad de Jericó. Un proyecto que, si se ejecuta con el rigor prometido, podría ser un motor de desarrollo para nuestra región.

Hay un tema que, a mi modo de ver, siempre se va a dar y es el hecho de que existan diversas opiniones, especialmente cuando se trata de proyectos que impactan nuestro entorno. Algunos apoyan el desarrollo del proyecto Quebradona, mientras que otros no. Y está bien, vivimos en un país donde somos libres de pensar y expresar lo que sentimos.

Sin embargo, mi invitación hoy es a que cada uno forme su opinión basándose en su propia experiencia, no en rumores o comentarios ajenos. Invito a la comunidad a visitar el proyecto, a observar de primera mano cómo se están llevando a cabo las labores de exploración. Verán que la empresa ofrece total transparencia en sus procesos y un trato respetuoso al momento de aclarar cualquier duda o inquietud.

No permitamos que las opiniones de terceros, muchas veces carentes de fundamento, lideren nuestra forma de pensar. La mejor manera de entender el impacto de este proyecto es viéndolo directamente, haciéndose preguntas y obteniendo respuestas claras. Que nuestra percepción sea fruto de nuestra propia experiencia, no de lo que otros nos quieran contar.

 

Por Guillermo Bohórquez,

Vereda La Soledad

Jericó, Antioquia

Consejo de Redacción AdP

Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.

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