Respeto a la memoriaHISTORIAS DE APELLIDOS QUE LLEVAN EN SU SANGRE LA HERENCIA DE LA MINERÍA

El reconocido ingeniero y magister en matemáticas, doctor Gabriel Poveda Ramos, publicó en el año 2010 un texto fascinante que, bajo la denominación de Ingenieros y científicos inmigrantes a Colombia 1760- 1950, da cuenta de lo que fue la aventura formidable de la minería en nuestro país desde el siglo XVIII y cómo centenares de profesionales extranjeros procedentes de Inglaterra, Francia, Alemania y otros países arribaron a Colombia, se instalaron, se enamoraron y construyeron fa­milias...
Consejo de Redacción AdP4 años .215327 min
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El reconocido ingeniero y magister en matemáticas, doctor Gabriel Poveda Ramos, publicó en el año 2010 un texto fascinante que, bajo la denominación de Ingenieros y científicos inmigrantes a Colombia 1760- 1950, da cuenta de lo que fue la aventura formidable de la minería en nuestro país desde el siglo XVIII y cómo centenares de profesionales extranjeros procedentes de Inglaterra, Francia, Alemania y otros países arribaron a Colombia, se instalaron, se enamoraron y construyeron fa­milias que aun por encima de sus orígenes son hoy no solo colombianos de corazón, sino paisas de pura cepa.

Trae el libro curiosidades interesantes y reveladoras. Se descubre, por ejemplo, que un personaje emblemático para la historia nacional, como don José Celestino Mutis, fue propietario de una mina de oro denominada la Montosa, ubicada cerca a la población de Pamplona hacia el año 1782.

De igual manera, el sabio Caldas, sí, don Francisco José de Caldas, tam­bién ingeniero como el señor Mutis, montó una fábrica de nitrato de amonio en el norte de Medellín, aunque el profesor Poveda tiene dudas en el sentido de si fue una fábrica de verdad o solo un experimento. El mismo sabio Caldas hacia 1813 tuvo un taller de fundición en Rionegro.

Es fácil concluir que la minería está también en la entraña de los próceres de la gesta libertadora. Es un hecho razonable. Entre 1790 y 1809 hubo operación de 23 minas de veta y 110 minas de aluvión en Antioquia.

Para esa época, la mina del cerro de Buriticá en el norte de Antioquia era una de las más grandes y poderosas, aunque la mina líder del país era la de El Zancudo en Titiribí.

Esa mina de oro fue originalmente del Ingeniero francés Louis Girardot Bressant, quien se la vendió a la Sociedad Minera de Antioquia de don Francisco Montoya Zapata, que fue en su momento el hombre más rico del país. Fueron socios de don Francisco personalidades como Juan de Dios Aranzazu, Juan Manuel Arrubla, Carlos Saenz, Juan Santamaría, Benicio Uribe y Francisco Botero.

Destacan nombres como el del ingeniero Gregorio Baena, quien inventó en Anorí un aparato para triturar tierra, gravas y rocas.

Fue la inmigración la que trajo, además, la tecnología para la explotación de las minas, cuyos procesos eran muy artesanales. Las ruedas hidráu­licas, los hornos y las plantas eléctricas con turbinas fueron artilugios que llegaron con los apellidos extranjeros.

Eduardo Walker Taylor investigó y declaró en sus recorridos 836 minas de veta y 115 de aluvión para 1825.

Su hijo, Eduardo Walker Robledo, también ingeniero, se radicó en Ma­nizales y dio origen a otra rama de la familia.

El sueco Carlos Segismundo Trombolt Von Greiff no solo aportó nuevos aparatos para la explotación, sino que enseñó la técnica de la amalga­mación. El inglés Thomas Johns construyó el primer molino californiano. Tuvo un hijo: Juan Manuel Johns Henao, que nació en Santa Rosa de Osos y fue también ingeniero de minas.

Destaca la presencia de James Taylor Moore que, luego de trabajar por un largo período en El Zancudo, montó una fundición en Titiribí.

Hubo también inmigrantes que llegaron como médicos a trabajar en las empresas mineras: Hugo Blair Broun, londinense, y George Williamson, nacido en Dublín, que con la presencia de Edward Nicholls integran esa tripleta de profesionales de la salud vinculados a la minería.

Con el Ingeniero Taylor Moore llegaron de igual manera los alemanes Karl Moritz Koch y Friederich C Martin, además de Willian Wills. Carlos Greiffestein y Jorge Tomás Federico Gartner se instalaron en Ti­tiribí, que era un polo de atracción para los profesionales de la minería.

Hay otros autores que se remontan más atrás en el tiempo. La historia de Matías Abad, por ejemplo, va hasta el año 1650. Se trata de un minero que explotó el mineral de plata y fue ejecutado por los indios del Chocó. Del siglo XVII es también la historia minera del francés Pablo de Bedout.

La minería se resume en la memoria histórica, en los genes, en las men­tes de antepasados remotos que le dieron su sello a la antioqueñidad.

Consejo de Redacción AdP

Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.

2 comments

  • Amelia Tamez

    Marzo 26, 2020 at 7:36 pm

    Romero es un popular apellido del mundo hispanohablante. Actualmente aparece entre los 20 apellidos mas comunes de Espana, Argentina, Ecuador y Venezuela El apellido procede de la region mediterranea. Hay diversas historias acerca de este antroponimo. Una conjetura digna de atencion considera que, de camino a la Tierra Santa, muchos viajeros se trasladaban desde el Imperio romano de Occidente al de Oriente, y que los habitantes del Imperio bizantino habrian dado el sobrenombre de “Romero” a los peregrinos que llegaban desde Roma (entendierase por tal la capital o el imperio).

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Comentarios

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Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.

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