Los habitantes de Jericó han sido testigos del crecimiento y fortalecimiento de los medios locales y comunitarios, que mantienen vivo el Espíritu Jericoano y que son, desde hace décadas, un referente cultural e informativo para el municipio.
Salvador Ruiz es una de las voces que acompañó a los jericoanos en sus labores diarias. Hoy, él ve con cierta nostalgia su paso por la emisora La Voz del Suroeste, cuando a principios del milenio se propuso, junto con el gerente, levantarla para convertirla en un referente para la región, tal y como en el pasado había sido, pues sus ondas llegaron a entretener e informar a otros municipios de la zona. “Llevo treinta y cuatro años trabajando en la radio, casi el 70% de mi vida. Esta experiencia no solo me ha dejado muchas satisfacciones y momentos agradables, también muchas enseñanzas”, cuenta este hombre de voz profunda, que habla con amor sobre lo que hace.
Si bien la emisora hoy no cuenta con una señal en vivo, sí mantiene el contacto con los oyentes a través de Internet, un espacio que muchos medios han acogido con entusiasmo, pues les brinda nuevas herramientas. Para Salvador, ahora su meta es trabajar en la consecución de recursos económicos para, antes de agosto de este año, darle vida a una emisora comunitaria que funcione en FM y que cuente con programación variada las veinticuatro horas del día. Una vez se pueda hacer una prueba de la emisora, esta podrá solicitar la licencia de funcionamiento, lo que traería nuevos sonidos a Jericó.
Al igual que la radio, la televisión en el municipio ha sido fundamental para que los jericoanos se mantengan enterados de lo que ocurre, y José Roberto López, presidente de la Junta Directiva de la Corporación Antena Parabólica de Jericó, conoce muy bien lo que ha significado Jericó Televisión para sus habitantes. “El canal ha sido un medio interesante y muy productivo para Jericó”, cuenta. En cerca de dos décadas, esta asociación sin ánimo de lucro ha podido consolidarse gracias a la prestación del servicio de antena parabólica y la producción de un canal comunitario: un espacio destinado a llevar cultura e información a los televidentes.
Si bien en el pasado el canal vivió tiempos adversos, logró mantenerse y hoy cuenta con, aproximadamente, ochocientos asociados, una cifra importante y que demuestra cómo el trabajo dedicado y responsable hace la diferencia. “Nosotros queremos informar, entretener y llevarles cultura a los jericoanos, y hasta el momento ha sido buena la respuesta de la gente, ha sido una buena experiencia”, enfatiza José Roberto, quien trabaja junto a su equipo para cambiar sus comunicaciones a fibra óptica, un medio de transmisión de información moderno, que esperan pueda prestar el servicio próximamente en el municipio. “Trabajamos con pasión, con el corazón y sentido de pertenencia, por eso nos destacamos en Jericó, además pensamos siempre en avanzar y en tecnificarnos”, asegura.
Jericó Televisión, también conocido como JTV Global, fue pionero en el uso de este medio para mantener informados a los habitantes sobre los programas, proyectos y planes de las administraciones locales, con el fin de crear un puente entre ambos. “Una generación de jóvenes nos vio hacer la presentación, en uno y otro lugar de nuestro pueblo, íbamos a la periferia, a las veredas”, recuerda Óscar Ospina.
En sus inicios todo era empírico, pero las ganas de hacer un producto original hicieron que la creatividad fuera una palabra clave para este equipo de trabajo: “poco a poco consolidamos una junta, una parrilla de programación, una estructura, aprendimos a hacer edición de forma rudimentaria, todo con dificultades porque era nuestra propia experiencia”, cuenta.
Sin duda, la tecnología ha hecho que las técnicas de realización para radio y televisión faciliten la labor, pero la esencia del mensaje y la pasión con la que se trabaja en estos procesos es un elemento diferenciador, pues ser parte de la voz de una comunidad es una vivencia que queda para siempre.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.
