Usualmente, al pensar en la minería se piensa en procesos extractivos invasivos, que además de afectar el ecosistema modifican las dinámicas sociales y causan serias afectaciones en la comunidad. Esto no resulta nada extraño, pues la minería ilegal ha dejado esta imagen, ya que como bien lo dice el adagio popular: “cría fama y échate a dormir”. Sin embargo, países como Suecia dan cuenta de que esta reputación debe ser replanteada y reexaminada, pues no toda la minería cabe en el mismo saco.
En la actualidad, Suecia se posiciona como uno de los países con mejores índices de desarrollo y de calidad de vida para sus habitantes. En su economía resalta la explotación forestal para la producción de pino utilizado en la elaboración de papel y cartón; al igual que la explotación mineral en diversos distritos. Para ilustrar, algunos de los ejemplos más representativos son la mina de hierro Kiruna, de la compañía LKAB, y Aitik, una de las minas de cobre a cielo abierto más grandes de Europa.
Curiosamente, este país tiene cada vez menos minas de metales, pero produce muchas más ganancias. Lo que podría deberse a que la innovación y la tecnificación son cualidades infaltables en cada uno de los procesos. En lo que concierne a la mina de LKAB, esta fue inaugurada hace más de un siglo y se conoce como la mina subterránea de hierro más grande del mundo. Incluso, se afirma que es esta la razón por la que existe el pueblo de Kiruna. Al igual que se haría en Quebradona, el método para la extracción es el hundimiento progresivo, gracias al que se logran producir casi diecinueve millones de toneladas de mineral cada año.
No muy lejos de esta se encuentra Aitik, propiedad de la industria Boliden, que produce una cuota de cobre de, aproximadamente, cuarenta y cinco millones de toneladas métricas. Lo más asombroso de estas minas, sin embargo, no son las cifras, sino la coexistencia de las dinámicas de extracción con otras actividades. Cerca a estas minas se encuentran grandes reservas forestales y parques naturales, hogar de renos y otras especies. Además, Kiruna, localidad donde se encuentra ubicada la mina, es uno de los mejores lugares para apreciar las auroras boreales, por lo que, anualmente, miles de turistas se desplazan a esta zona. En las temporadas de invierno, el lugar donde empezó la mina se convierte en una pista de esquí, frecuentada por los habitantes de la localidad y por los empleados de la mina. Además, también se encuentra cerca el único hotel de hielo del mundo, que recibe una importante cantidad de turistas, y se llevan a cabo los famosos paseos en trineo.
Así mismo, para mitigar los impactos de la minería, el Instituto de Ambiente de Estocolmo diseñó una política ambiental que busca transformar el concepto de rentabilidad para que esta no se traduzca en términos de cuánto se gana, sino de qué tan sostenibles son las actividades extractivas. De ahí que se busquen reducir al máximo las emisiones de dióxido de carbono por medio de la electrificación de toda la flota de vehículos que hacen parte de la mina.
Todo esto, sumado a la cantidad de empleos directos e indirectos que se generan da cuenta de que es posible llevar a cabo minería sostenible, ambientalmente responsable y comprometida con las comunidades del área de influencia. Los ejemplos de las compañías extractivas en Suecia demuestran que con ayuda de la tecnología y la innovación la minería es definitivamente viable.
Consejo de Redacción AdP
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