OpiniónFlorecimiento interno

Respira profundo y tómate un momento para pensar: ¿Realmente en el lugar que trabajo soy feliz? ¿Cuándo estoy a solas me siento bien? ¿Por qué no disfruto el hecho de estar vivo? Son algunas preguntas que deberíamos hacernos; dejemos esas ideas superficiales y procuremos no identificarnos con ninguna. Concentrémonos un poco en nuestra respiración, esta es una manera en la que podremos desconectarnos un poco de este sistema social llamado vida y empezar con el...

Respira profundo y tómate un momento para pensar: ¿Realmente en el lugar que trabajo soy feliz? ¿Cuándo estoy a solas me siento bien? ¿Por qué no disfruto el hecho de estar vivo? Son algunas preguntas que deberíamos hacernos; dejemos esas ideas superficiales y procuremos no identificarnos con ninguna. Concentrémonos un poco en nuestra respiración, esta es una manera en la que podremos desconectarnos un poco de este sistema social llamado vida y empezar con el proceso de florecimiento interno, renunciar a ese “yo” que nos encierra en una burbuja es muy importante.

Sumergidos en esta era virtual hemos perdido mucho el valor de las cosas simples, nos hemos convertido en una sociedad enferma que de a poco está erradicando su libre albedrío. Tantos falsos líderes están adoctrinando las mentes, mostrando un mundo que se basa en lo superficial, haciendo que poco a poco se apague la esencia de la vida; este fenómeno está creando seres egoístas. Por eso, es importante empezar a interactuar con aspectos más internos, la palabra “lo siento” ayuda mucho a despertar esa sensibilidad. Repetir esta palabra como si fuera una oración nos ayudará a comprender esos sentimientos y emociones que tal vez hemos enterrado en lo más profundo de nuestro corazón.

La única forma de “manejar” verdaderamente tus emociones es practicar, esto es, permitirlas y luego procesarlas en lugar de tratar de reprimirlas o evitarlas. A menudo se nos enseña que las emociones son algo malo y que, para ser socialmente aceptables, debemos permanecer tranquilos e insensibles en todo momento. ¿Recuerdas si alguna vez cuando eras niño te dijeron que “aguantaras” o que dejaras de ser un bebé llorón? Esto es simplemente ridículo. Las emociones son un factor natural del ser humano, por lo que es mejor que aprendamos a vivir en armonía con ellas y no luchar constantemente en su contra. 

Es importante darse cuenta de que las emociones no son más que energía en el cuerpo. Cuando las reprimimos o evitamos, esa energía no desaparece. Se queda en el cuerpo y puede acumularse como una olla a presión. Esto puede conducir al síndrome de mente-cuerpo con síntomas como ansiedad, depresión, dolor crónico y enfermedad; solo por nombrar algunos. Las emociones son enormes señales de alerta de que no estamos estableciendo un límite. Pueden contener información importante para nosotros y, si les prestamos atención, podemos descubrir situaciones o relaciones en nuestras vidas que necesitan ser modificadas o disueltas para nuestro propio bienestar.

Quisiera que te imaginaras una batalla contra un ente indefenso que es tu ser. Por qué nos maltratamos con malos sentimientos, angustias y preocupaciones; por qué no cuidamos un poco el organismo. Es importante notar que realmente somos tan frágiles y que nuestra existencia es tan corta que no deberíamos permitirnos llevar maletas tan pesadas en el camino. Por eso, es tiempo de empezar a sanarte, es hora de convertir el entorno que nos rodea en un reflejo de lo que llevas por dentro. ¿Qué tipo de realidad realmente queremos vivir? ¿Aquella donde cada situación que pasa genera sufrimiento? ¿O tal vez quisieras vivir una vida donde las cosas más simples se vuelvan algo extraordinario? De esta manera tomaremos el timón de la vida para poder disfrutar plena y salvajemente el milagro de vivir. 

Consejo de Redacción AdP

Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.

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