Existe en la historia de la fundación del municipio de El Carmen de Atrato un reflejo profundo de todo lo que significa el espíritu jericoano: valentía, audacia, búsqueda de progreso, iniciativa, religiosidad, valores familiares.
Esta historia es protagonizada por don Luis Agudelo Arroyave y su esposa doña Celedonia Ortiz, quienes acompañados de sus doce hijos (todos procedentes de Jericó) emprendieron una aventura colonizadora inspirada en la búsqueda de “guacas” indígenas, esos “entierros” que, según las leyendas de la época, decían que se iluminaban en las noches y contenían tesoros indígenas. Esto con la esperanza de cultivar el caucho que, para esa época, era otra de las esperanzas de progreso con la que todos soñaban.
Imagine usted lo que era atravesar la selva en 1870, abrirse camino en la jungla y sortear los peligros de serpientes venenosas, animales salvajes, picaduras de insectos descomunales y lluvias torrenciales.
La leyenda de la fundación explica que el nombre del municipio se debe a una promesa hecha por don Luis Agudelo a la Virgen del Carmen. Don Luis, en efecto, en compañía de su esposa e hijos le pidió con fervor que salvara la vida de una de sus hijas, que fue mordida en la selva por una serpiente venenosa. Prometió que si ella se salvaba, fundaría un pueblo en su honor. Así lo hizo el 21 de junio de 1874. Este terminó llamándose El Carmen de Atrato porque el río pasaba por la cabecera municipal.
No existen muchos archivos conocidos de esa época, todo lo que se ha difundido hasta hoy sobre la fundación es producto de la tradición oral, a través de la cual se ha mantenido en la memoria que el acta de fundación del municipio tiene los nombres de los colonizadores Luis Agudelo Arroyave, José Ángel Vásquez, Sixto Ramírez, Feliz A. Toro y la señora Adriana Toro, entre otros.
Esa búsqueda del oro de las guacas, ese sueño de encontrar nuevas alternativas en el caucho encaja con el hecho de que allá, en El Carmen de Atrato, empezó a explotarse a fines del siglo veinte una mina de cobre.
El cobre
La mina de cobre en El Carmen de Atrato tiene treinta años en explotación. Se encuentra ubicada en lo que algunos expertos denominan “el cinturón del cobre”, que se extiende a lo largo de Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Chile.
La mina genera hoy 500 empleos directos y 1000 empleos indirectos entre transportadores de material y proveedores. Está ubicada en la parte alta del pueblo y sus instalaciones ocupan 42 hectáreas. Hay 90 hectáreas reforestadas y 200 más son de conservación.
Hay mucha expectativa por lo que significa el cobre en las nuevas estrategias de energías renovables.
Pero, tal vez, lo que mejor demuestra las raíces jericoanas de El Carmen de Atrato es la manera en cómo se definen sus habitantes: “Somos chocopaisas, paisas habitando suelo chocoano”. Y, si usted va hasta allá, verá que ese paisaje chocoano se ve y sabe a tierra antioqueña.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.
2 comments
Jorge Salgado
Noviembre 20, 2022 at 9:04 pm
Saludo. Solicito autorizaciónpara republicar este buen artículo en mi sitio web choco7dias.com. Atte.,
Jorge Salgado
choco7dias.com
3122877246
Consejo de Redacción AdP
Noviembre 21, 2022 at 12:37 pm
Hola Jorge, qué bueno que le haya gustado el artículo. Por supuesto que lo puedo republicar en su medio.
Saludos.
Aldea de Piedras.