Aliados para el desarrollo“Me gusta que la gente conozca el proyecto, que vean cómo la minería puede funcionar a la par con otras labores en el territorio”

Rogelio Vargas es un hombre conversador y extrovertido. Está agradecido con su trabajo y su familia, como también con Jericó, el territorio que lo vio nacer hace 46 años. Actualmente, trabaja en el departamento de seguridad de Minera de Cobre Quebradona, donde se desempeña como supervisor. “En mi trabajo he sido muy bueno, puedo decirlo con garantía. He sido siempre profesional en lo que hago, tanto que ya llevo 12 años”, señala.

En más de una década de labores en el proyecto, Rogelio resalta la importancia que tiene el trabajo en equipo y cómo esto facilita el ambiente laboral. También, es consciente del papel que desempeña el acompañamiento de un líder en los grupos de trabajo: “Entendí que en la empresa debe haber líderes y no jefes. Eso lo aprendí en mi trabajo. Además, aquí se trata a la gente con humanidad, uno se siente realizado, porque nos tienen en cuenta. Uno siente que le puede aportar a la empresa”, cuenta este hombre orgulloso de su origen jericoano.   

A parte de cumplir con sus labores en el área de seguridad, Rogelio se mantiene informado sobre el proyecto, las fases que debe cumplir y cómo avanza el proceso, pues considera que parte de la crítica hacia Minera de Cobre Quebradona proviene del desconocimiento que se tiene sobre el mismo: “Me gusta que la gente conozca el proyecto, que vean cómo la minería puede funcionar a la par con otras labores en el territorio. Creo que este es un proyecto que protege al medio ambiente”, asegura. 

Por esa razón le gustaría convertirse algún día en una especie de vocero para el área de seguridad de Minera de Cobre Quebradona: “Mi sueño es tener un grupo de seguridad donde no sea solo el supervisor, sino la persona que les puede explicar elementos del proyecto. Que estos hombres tengan un conocimiento completo de lo que es un proyecto minero, por eso yo pregunto mucho, porque me gusta que los hombres de seguridad estén informados de donde están trabajando”, enfatiza.  

Sin embargo, pese de sentir una gran conexión con su trabajo, es consciente que en ocasiones recibe insultos y malos tratos de gente que en su momento fueron amigos cercanos. “En algunos casos la gente me mira con malestar porque yo pertenezco a una empresa que me permite sacar adelante a mi familia. Yo trabajo honradamente y es triste que por mi labor hayan quedado enemigos imaginarios, eso es muy doloroso”, menciona Rogelio.

Si bien Rogelio es un hombre entregado a su trabajo y familia, también es un talentoso futbolista, su otra pasión. Desde los 7 años comenzó a entrenar este deporte y ha podido jugar en los equipos juveniles y mayores del municipio. Actualmente, pertenece a la selección de veteranos, en donde sigue brillando por su talento en la cancha. Cuando se le pregunta por su equipo, responde sin titubeos que es hincha del Atlético Nacional.  

Junto a su esposa, Rogelio vive feliz en Jericó al lado de sus tres hijos, una joven profesional de 23 años, un joven de 16 que sigue sus pasos como futbolista y un niño de 9 años dedicado en sus estudios.

Por lo pronto, este jericoano desea un territorio próspero: “sueño con un Jericó grande y lleno de cosas buenas. Con emprendimientos, estudios, vías y gente que no se quiera ir porque encuentra trabajo en su propio municipio”, asegura Rogelio, quien espera que esta ilusión pueda materializarse en un futuro no muy lejano.