La humanidad, a lo largo de la historia, ha protagonizado descubrimientos extraordinarios y generado grandes prodigios, pero muchos de ellos, con el correr del tiempo, han generado impactos negativos que la humanidad misma se ha encargado de corregir.
A nivel global, no existe duda de que la tierra se está sobrecalentando. Las mediciones globales demuestran cómo la temperatura media sube, lo que desencadena el aumento de fenómenos naturales como los huracanes, las inundaciones y los incendios, entre otros.
A partir de la revolución industrial, la emisión de gases de efecto invernadero es uno de los grandes problemas a solucionar. De allí que se hayan suscrito acuerdos internacionales orientados a trabajar juntos para enfrentar este problema. Una de las soluciones más relevantes, dentro de muchas otras, es el reto de la transición energética.
Ya en el pasado la humanidad, para corregir sus errores respecto de las fuentes de producción de energía, había hecho grandes cambios. En el siglo XIX pasamos de utilizar la madera a utilizar el carbón, y en el siglo XX pasamos del carbón al petróleo. La idea ahora es pasar del petróleo a energías alternativas como la energía solar fotovoltaica y la energía eólica, así como trabajar por hacer más limpios sectores como el transporte y la digitalización de las redes, entre otros.
Las nuevas tecnologías para la producción de esas nuevas energías necesitan de minerales estratégicos como el cobre, que tiene una gran importancia para que puedan operar. Se trata de un mineral con condiciones excepcionales para contribuir a esa transición energética.
Jericó cuenta con la posibilidad de aportar a nivel nacional e internacional este recurso con el que ha sido privilegiado por la naturaleza y convertirse en un referente para el mundo. Ese es el reto.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.
