Este 25 de julio se celebró el aniversario 204 de esta, que es una de las batallas más emblemáticas de la gesta libertadora. Los hechos ocurrieron en el año 1819.
La discusión académica entre historiadores se ha agitado desde mediados del siglo XX, ya que algunos de ellos consideran que esta batalla tiene más relevancia que la famosa “Batalla de Boyacá”, que ocurrió dos semanas después.
Los hechos, ocurridos en las cercanías de Paipa, han generado diversas versiones. Algunos consideran que se produjo un genuino “milagro”, dado que el precario ejército libertador logró derrotar al ejército español con un puñado de jinetes. Incluso, el historiador Enrique Uribe White sostiene que el manejo de esta batalla habría otorgado a Bolívar una destacada posición en el Olimpo de los grandes generales de la historia.
Es a Uribe White a quien se debe el rescate de la frase descriptiva que hizo el General Pablo Morillo sobre las tropas patriotas: “un ejército de zarrapastrosos”, ya que los informes de inteligencia que había recibido describían el estado lamentable en el que llegaron esas tropas patriotas luego de atravesar el páramo de Pisba.
Quienes destacan el genio de Bolívar como el gran protagonista de ese encuentro, se apoyan en la reconstrucción que hace el historiador Uribe White, ya que se descubre que en la batalla, que se extendió a lo largo de más de seis horas, solo hubo por parte de los patriotas una carga de caballería, una única carga que decidió la batalla a su favor. Eso significa que durante esa larga confrontación, Bolívar se abstuvo de utilizar la fuerza que constituía su ventaja: los jinetes llaneros.
Tal decisión, que significó el sacrificio de la infantería, requería un enorme coraje y una gigantesca inteligencia estratégica.
La Batalla del Pantano de Vargas alberga grandes lecciones para nuestras vidas: la primera de ellas es la solidaridad y la empatía. Sin lugar a dudas, el ejército patriota se “recargó” con el fervor de las gentes de Gámeza, quienes los rodearon, apoyaron y abastecieron con generosidad. Se cuenta que fue en esa población donde Bolívar recibió como regalo el célebre caballo “Palomo”,que lo acompañó durante toda la gesta libertadora.
La segunda lección es el coraje. El ejército español era intimidante y altamente profesional. Morillo tenía en su palmarés el hecho de haber participado con sus tropas en la derrota infringida a Napoleón Bonaparte en la célebre batalla de Bailén, en España. Sin embargo, ese halo de “gloria” no amilanó a los patriotas, quienes actuaron con una fuerza impensable.
La tercera lección es la valentía, la unidad y la resistencia. Fue una jornada extremadamente larga en la que los patriotas no
perdieron la concentración, ni el rumbo, ni sus objetivos.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.
