Respeto a la memoriaCampesinos de Jericó, reflejo de un trabajo que exalta la región

Los campesinos jericoanos son un ejemplo de templanza y trabajo, conocen su tierra y las bondades que esta les ofrece en cada jornal. Ellos se la juegan todos los días para que los habitantes de este municipio, e incluso del país, tengan productos de calidad en sus mesas. Gracias al trabajo de hombres y mujeres del campo, Ovidio Zapata surte su puesto de verduras, ubicado desde hace más de dos décadas en el Parque Principal...

Los campesinos jericoanos son un ejemplo de templanza y trabajo, conocen su tierra y las bondades que esta les ofrece en cada jornal. Ellos se la juegan todos los días para que los habitantes de este municipio, e incluso del país, tengan productos de calidad en sus mesas.

Gracias al trabajo de hombres y mujeres del campo, Ovidio Zapata surte su puesto de verduras, ubicado desde hace más de dos décadas en el Parque Principal de Jericó, donde comenzó atendiendo solo los fines de semana. “Un sobrino que ya no está me regaló la mesa, así empecé. Luego un hermano trabajaba de lunes a viernes y yo los sábados y domingos, hasta que comencé a venir todos los días, y desde entonces no me tomo un solo día, me gusta estar aquí”, menciona este hombre nacido en Jericó, más exactamente en la vereda La Selva, hace setenta y dos años

Pero para él su edad es lo de menos, pues como él mismo dice, entre risas, “tiene tantos años que ya no le caben en los costales”, por eso para él madrugar no es ningún misterio ya que siempre inicia su jornada a las cinco de la mañana. Se arregla y sale a conseguir, con proveedores que ya conoce, los productos que vende. Luego, se dirige al parque y, como si fuera casi un ritual, organiza los productos en la mesa que heredó de su sobrino, para luego pasar la jornada vendiendo tomate, lechuga, repollo, zanahoria, papa, limón mandarino, cebolla y otra gran variedad de verduras que complementan la dieta de los jericoanos.

Don Ovidio reconoce la labor de los campesinos, pues gracias a ellos tiene un trabajo que le aporta a Jericó y que le brinda su sustento y el de su familia. “Uno aprecia el trabajo del campesino, que es una labor ardua, por eso todo lo que hagan por ellos se les agradece”, comenta este hombre, padre de tres hijos a quienes les enseñó a labrar la tierra. Hoy solo tiene una meta: tener un terreno para retirarse a descansar como se merece. “Con esta edad ya uno no piensa tanto en sueños, pero quisiera tener una tierrita para estar con mi esposa, no tanto para trabajar, sino para vivir tranquilo”, asegura.

Él, al igual que muchos otros jericoanos, se siente agradecido con las manos que día a día aran, siembran y cosechan la tierra que alimenta todos los hogares: desde el campo hasta la ciudad. Este es un homenaje para los campesinos y su ardua labor en nuestro municipio.

Consejo de Redacción AdP

Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.

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