Hombre, si alguna lección aprendimos de los abuelos fue la de que no peleáramos por bobadas. Tenían razón. Uno a veces no sabe de qué es que está discutiendo la gente. Y entonces me pueden preguntar: “¿qué es una bobada para usted?”. No tengo inconveniente en decir: “una bobada puede ser un tema que no necesita discusión”. Discutir por sabores, por ejemplo: que a mí me gusta más el sabor de la naranja que el de la mandarina, y al otro le gusta más el de la naranja. Ahí no hay nada que discutir, cada quien se puede quedar con su sabor y listo, no pasa nada.
A veces las discusiones se vuelven muy raras, pero son discusiones bobas: que lo que yo estoy viendo es un balón de fútbol y el otro dice: “no, eso es una lechuza”. Ahí no hay nada que hacer porque se están mezclando dos cosas distintas. El uno y el otro están hablando dos cosas tan distintas que no hay manera de acordar nada.
Es muy curiosa, por ejemplo, la discusión que se ha alborotado en estos días porque la gente de Támesis dice que Quebradona no protege el oso de anteojos. Tienen toda la razón: no protege a ese oso, ni a los tigres de bengala, ni a las jirafas africanas, por la razón de que esos animales no hacen parte del área de influencia del proyecto, lo que, sin embargo, no implica que sean menos importantes .
Después de todos los censos, estudios e investigaciones sobre la fauna que habita en el área de influencia, Quebradona escogió el tigrillo u ocelote, que sí vive en esta área, y lo convirtió en el símbolo de la protección de la fauna y de su manera responsable de abordar el tema ecológico.
El oso pasa a más de nueve kilómetros del proyecto, el tigrillo está aquí.
¿Cuál es, entonces, la discusión?
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.
