Los abuelos, tan sabios siempre, acuñaron con la frase “del dicho al hecho” la diferencia existente entre quienes exponen a los cuatro vientos promesas, conceptos, ideas, propuestas sobre lo divino y lo humano, diciéndole a todo el mundo lo que deben hacer, lo que deben pensar, la manera cómo tienen que actuar; pero a la hora de la verdad, ellos mismos no son capaces de actuar en consecuencia con eso que dicen, prometen, recomiendan, vociferan.
Es cierto, hay mucho trecho entre el dicho y el hecho.
Mire nada más la diferencia que se observa por estas tierras entre quienes, con el argumento de la defensa del territorio, hablan todo el tiempo de la defensa del medio ambiente, de la defensa del agua, de la defensa del paisaje, pero no hacen absolutamente nada por ello, salvo hablar.
Otra gente, en silencio, sin aspavientos, nos enseñan con hechos el verdadero significado del medio ambiente, trabajando activamente en el desarrollo sostenible, promoviendo encuentros, conversaciones sobre el agua, movilizando a hacer sembratones con cifras que ya son impresionantes; invitando a buscar soluciones conjuntas y defendiendo el hecho de que en este territorio cabemos todos y juntos podemos lograr grandes cosas. Hechos.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.
