Compromiso transparente con el medioambienteCUANDO EL AGUA SE SIEMBRA, ESTAMOS AGRADECIENDO AL PLANETA

Antonio Hernández, desde su finca en Concordia, sabe que su misión no ha sido solamente su labor social, que ya suma más de cuarenta años, sino también la protección de las fuentes de agua y la conexión con las entrañas de la tierra, que le enseñó a aprender, desaprender y cosechar el tan preciado líquido vital. Aunque parezca increíble, Antonio es un sembrador de agua, un oficio que parece de sueño, pero que es totalmente...
Consejo de Redacción AdP4 años .120175 min

Antonio Hernández, desde su finca en Concordia, sabe que su misión no ha sido solamente su labor social, que ya suma más de cuarenta años, sino también la protección de las fuentes de agua y la conexión con las entrañas de la tierra, que le enseñó a aprender, desaprender y cosechar el tan preciado líquido vital.

Aunque parezca increíble, Antonio es un sembrador de agua, un oficio que parece de sueño, pero que es totalmente real. Él, a lo largo de su vida, entendió la relación tierra, hombre, ambiente (THA), y desarrolló una filosofía que le permitió comprender que existía un compromiso entre el ser, el hacer y el tener; y fue esto lo que llenó de armonía esa existencia que hoy lleva sus saberes a distintos lugares de Colombia.
Para Antonio, sembrar agua es una tarea que casi cualquier persona puede desarrollar. Sin embargo, en el proceso, según cuenta, lo más importante es el compromiso y la frecuencia. Para iniciar, debe programarse una siembra, como si se tratara de cualquier cultivo, buscar el lugar más propicio para desarrollar la labor y tener en cuenta que, al igual que otros sembrados, el proceso no es inmediato y puede tardar de setenta y cinco días a dos años, todo dependerá de la energía no solo del hombre sino también de la tierra.

A las seis de la mañana, de frente a la salida del sol y preparado ya el terreno, debe procederse a realizar tres excavaciones que formen la imagen de un triángulo, que contengan un metro y medio de profundidad y un metro de distancia que las separe entre sí. Luego debe añadirse una capa de gravilla o piedra del río, una capa de sal de mar, otra capa de gravilla y por último una de azúcar.

Antonio menciona que aquí radica la fuerza en los símbolos: la piedra, que “durante toda su vida, por encima de ella solo brotó agua”, la sal de mar “representando la abundancia del líquido en los océanos” y el azúcar, “diciéndole al océano que lo que necesitamos es agua dulce”. Además, para rendirle un homenaje a esa tierra fecunda de la que brotará el agua, es importante el aislamiento del lote para protegerlo y la siembra de árboles nativos, como guadua, pringamoso o chagualo.

Así, la invitación es entonces a entender que somos parte de una misma creación, conectarnos con la tierra, sembrar agua, esperar pacientemente su brote y devolverle al planeta lo más preciado que nos ha dado: la vida.

Consejo de Redacción AdP

Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.

One comment

  • JOHN MEDRANO MATIAS

    Diciembre 16, 2021 at 11:15 pm

    BUEN DIA DON ANTONIO INTERESANTE TU PERACTICA DE SIEMBRA DE AGUA TE ESCRIBE DESDE PERU.

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Comentarios

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Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.

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