Cuando Doña Angélica Hernández se enteró de la propuesta de fortalecimiento de huertas o proyectos productivos que Minera de Cobre Quebradona tenía para los habitantes de Puente Iglesias, supo de inmediato que la oportunidad de criar gallinas ponedoras en su casa era una buena manera de generar recursos para su familia. Para ella, las labores del campo no eran nuevas, pues hasta ese momento tenía un corral improvisado en el que, como ella dice, “tenía revueltas toda clase de gallinas: finas y corrientes”. Esta experiencia facilitó la adecuación de su espacio para la crianza y cuidado de gallinas ponedoras.
Semanas más tarde recibió todo el material necesario para mejorar el lugar. “El galpón que tenía estaba malito, por eso me ofrecieron material para organizarlo. Me dieron madera, malla, zinc, comederos y bebederos. La mano de obra la puso mi esposo”, recuerda doña Angélica, quien, al terminar las obras en octubre de 2020, recibió por parte del proyecto veinte pollas ponedoras, que al poco tiempo comenzaron postura, y además de recibir los insumos iniciales, contó con capacitación para mejorar el cuidado de estas especies.
Actualmente, doña Angélica tiene en su corral veintisiete gallinas, que alimenta con cuido y algunas hojas que contribuyen a la dieta de estos animales. Con el paso del tiempo ha buscado diferentes estrategias para proteger en las temporadas de lluvia a estas aves, pues reconoce que el cuidado es esencial para obtener una buena producción. Además, sabe que el tiempo de postura de las gallinas es reducido, por lo que ha empezado a criar pollitas pequeñas para mantener la oferta de huevos.
Este proyecto permitió que, junto a ella, otras familias iniciaran proyectos productivos con gallinas y cultivos, dándoles la posibilidad de generar recursos sin descuidar las actividades agrícolas en Puente Iglesias. “La verdad fue un regalo muy grande, así hubieran sido cuatro o cinco pollos este proyecto ha sido muy bonito”, cuenta doña Angélica, orgullosa de brindarle algo a la comunidad. “Los huevos que consumimos son pocos, la mayoría son para la venta y eso es algo que uno le aporta a la comunidad”, relata.
Por lo pronto, doña Angélica sabe que en este pequeño corral cuenta con un sustento económico importante, por lo que diariamente se esmera para alimentar a sus animales de la mejor manera, pues no solo es el valor de los huevos lo que la motiva, sino también la posibilidad de hacer parte del cambio en su comunidad.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.
