Los viejos, tan sabios siempre, acuñaron una frase a propósito de las personas que acomodan las cosas que suceden para que se parezcan a las cosas con las que están soñando. Llaman a eso “pensar con el deseo”.
Es un comportamiento que se desboca en estas épocas de campañas electorales, en donde todo lo que hace el candidato en el que el elector cree, le parece que es sabio, profundo y ganador. Ven todos los encuentros como eventos multitudinarios, todo el discurso que le sueltan a los vecinos es que su candidato no tiene pierde.
Mire nada más la diversidad de pensamientos que se agitaron con la reciente decisión tomada por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -ANLA- con respecto al proyecto Minera de Cobre Quebradona, cuando anunciaron el archivo de la solicitud, hubo quienes aplaudieron y dijeron que la licencia había sido negada. Pensaron con el deseo.
La verdad es que el archivo no es una negación. El archivo es “una decisión que implica que la autoridad ambiental estima que no le es posible pronunciarse de fondo sobre la solicitud de licencia y permite el espacio para volver a presentar la solicitud”. Esa es la realidad.
Lo dicho, una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.
Consejo de Redacción AdP
Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.
