Hoy en día se sabe con certeza que la conservación del patrimonio arqueológico resulta fundamental para la identidad cultural de los pueblos. Es por ello por lo que el estudio de piezas históricas da cuenta de cómo vivían determinados grupos en una región específica. En este marco cultural e histórico, el municipio de Jericó no es la excepción.
La subregión del Suroeste antioqueño ha sido habitada por comunidades indígenas durante la época prehispánica. Parte del conocimiento que se tiene de estos pueblos se debe a piezas cerámicas, herramientas o adornos en oro encontrados a lo largo del territorio. En el caso de Jericó, diferentes investigaciones, algunas desarrolladas por Minera de Cobre Quebradona (MCQ) bajo la Resolución 463 de 01 julio de 2020, ”Programa de Arqueología Preventiva, Plan de Manejo Arqueológico para el Proyecto Minera Quebradona, municipio de Jericó, Antioquia” emitida por el ICANH (Instituto Colombiano de Antropología e Historia), han evidenciado que estos vestigios se inscriben en diferentes periodos históricos.
Entre los elementos más representativos se encuentra la cerámica. En el territorio se han encontrado piezas con más de 4200 años de antigüedad, lo que demuestra que los grupos humanos que habitaron esta zona usaron estos objetos para actividades agrícolas y ceremoniales. Por su parte, el proyecto Quebradona no solo ha identificado fragmentos y recipientes completos, también ha encontrado elementos relacionados con el tejido como son los denominados volantes de uso. Análisis de carbono 14, fueron realizados a las piezas mostrando dataciones de un contexto funerario en el año 1310 d. C. (640+/- 30 BP).
Por otro lado, el hallazgo de herramientas elaboradas con piedra da cuenta de la importancia de este recurso para las actividades diarias, como las hachas, posiblemente usadas para la tala de árboles, y los cinceles, para trabajos de orfebrería. Incluso MCQ encontró un deformador craneal, comúnmente usado según la tradición para modificaciones corporales.
Respecto a la orfebrería se han hallado objetos de oro en ajuares funerarios (conjunto de elementos depositados junto a un difunto). Antropólogos han determinado que durante el periodo Tardío (1400 a 1600 d. C.), grupos humanos ocuparon el territorio de Jericó. Explican, además, que estas civilizaciones tenían una organización social y política marcada por un jefe o cacique, lo que podría explicar la presencia de elementos de valor en dichos ajuares. Por ejemplo, en ejecución del Plan de Manejo Arqueológico, aprobado mediante la Resolución 463 de 2020, se han recuperado objetos en el Polígono del Valle, entre ellos una nariguera laminar y cuatro circulares con diferentes diámetros.
Todos estos elementos hacen parte de la historia del territorio y de la diversidad étnica y cultural de las comunidades que lo habitan; por eso, su preservación es fundamental para la región, por lo tanto, a la fecha se encuentran en un laboratorio aprobado por el ICANH como autoridad competente en la preservación del patrimonio arqueológico, garantizando en todo momento el cumplimiento de las medidas de manejo y conservación de estos.
Finalmente se indica que el proyecto en desarrollo del Programa de Arqueología Preventiva, aprobado mediante resolución 463 de 2020, cuenta con la identificación de un petroglifo, comúnmente denominados grabados rupestres o arte rupestre, los cuales incluyen imágenes grabadas o pintadas que registran rastros de actividad humana antigua, y sobre el cual MCQ diseñó las medidas de conservación y manejo que fueron puestas a consideración del ICANH, quien dentro de su competencia las aprobó mediante el radicado ICANH–2022162000119161 del 21 de diciembre de 2022.
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