Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosaVer para creer
Cuando éramos niños nos causaba risa ese cuento del paisa que se metió a un cementerio por la noche para hacer una travesía que le permitiera llegar más rápido a la casa. El relato dice que el hombre iba muy nervioso pensando en que de pronto se le aparecía un ánima y que, entonces, la ruana se le enredó con un chamizo y él se infarto, creyendo que era que, en efecto, un alma en...









