Entre RielesSIEMBRAS QUE CONECTAN CON LA FAUNA

El impacto negativo en los ecosistemas de bosque seco tropical en Colombia llevó a Minera de Cobre Quebradona a proponer una estrategia de rehabilitación de franjas de vegetación en la vereda Cauca, del municipio de Jericó, para recuperar el entorno de la fauna que habita en la zona. Es por esta razón que, durante 2020, se diseñaron franjas de conectividad en el predio Bariloche, ubicado a pocos minutos del río Cauca, y gracias a su...

El impacto negativo en los ecosistemas de bosque seco tropical en Colombia llevó a Minera de Cobre Quebradona a proponer una estrategia de rehabilitación de franjas de vegetación en la vereda Cauca, del municipio de Jericó, para recuperar el entorno de la fauna que habita en la zona.

Es por esta razón que, durante 2020, se diseñaron franjas de conectividad en el predio Bariloche, ubicado a pocos minutos del río Cauca, y gracias a su ubicación estratégica se han convertido en corredores naturales de especies nativas que estaban siendo amenazadas por la tala. En el proceso, además de hacer la correspondiente siembra, se respetaron los pasos y caminos para que el ganado y los vecinos de la zona puedan continuar con sus actividades productivas en el sector. “Lo que hicimos fue hacer un diseño de siembra en el que las franjas no afectaran la productividad del predio”, comentó Gustavo Valencia, profesional del componente biótico.

Así mismo, estos corredores naturales fueron adecuados con comederos hechos en madera, para que las aves paulatinamente vuelvan a habitar estos espacios. “El objetivo es que regresen a la zona y tengan un lugar donde haya alimento y puedan recorrer”, comentó Valencia. Estos comederos y perchas fueron hechos con madera de pino cultivada en el predio El Chaquiro, también del municipio de Jericó.

Los corredores están compuestos por árboles nativos y algunos frutales, como mango y algarrobo, con los que se espera brindarle alimentos a la fauna y beneficios a la comunidad. “Estas franjas quedarán a orillas de la doble calzada, qué bueno sería que estos árboles le brinden frutos e incluso sombra a la comunidad”, mencionó Valencia.

Desde que el proyecto se puso en marcha, el área encargada de esta iniciativa ha monitoreado no solo la evolución de la siembra, sino también la fauna, a través de cuatro cámaras ubicadas en algunos árboles que se activan cuando se detecta movimiento de fauna en el lugar. Entre noviembre y diciembre del año pasado estos sensores han registrado el paso de chigüiros, perros de monte y tairas, especies nativas que poco a poco van regresando a la zona. “Ese registro demuestra que esa siembra sí favorece al corredor utilizado por la fauna”, puntualizó Gustavo Valencia.

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Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.

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