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Una mañana cualquiera de 1985, las narrativas del medio ambiente en Colombia rondaban, apenas de manera genérica, sobre el cuidado del agua y el aire, siempre desde una mirada de responsabilidad complementaria y accesoria. En ese marco de desconexión global sobre el medio ambiente, se adecuó el terreno para ejercicios experimentales, por ejemplo, la rehabilitación de suelos erosionados en Colombia. Dentro de esta referencia, a lo largo de la década de 1980 se introdujeron en...

Una mañana cualquiera de 1985, las narrativas del medio ambiente en Colombia rondaban, apenas de manera genérica, sobre el cuidado del agua y el aire, siempre desde una mirada de responsabilidad complementaria y accesoria.

En ese marco de desconexión global sobre el medio ambiente, se adecuó el terreno para ejercicios experimentales, por ejemplo, la rehabilitación de suelos erosionados en Colombia.

Dentro de esta referencia, a lo largo de la década de 1980 se introdujeron en Colombia especies experimentales como el retamo espinoso, endémica de países del centro de Europa, que en aquellos ecosistemas contribuía a reducir las probabilidades de procesos erosivos. El resultado, hoy sería claramente advertible, la especie introducida acabó por generar una transformación permanente que se tradujo en la vulnerabilidad de otras especies que, como el frailejón y el mortiño, no encontraron mecanismos de adaptación que permitieran mantener sus procesos naturales.

Se trataba pues de una época muy distinta, un imaginario pleno en improvisación y especulaciones sobre problemáticas que hoy se solventan con suficiencia desde herramientas tecnológicas que nos permiten generar procesos de transformación sin caer en el universo de lo irreversible; esa capacidad de transformación deliberada del entorno es una habilidad exclusiva de la especie humana.

La historia da cuenta de que la especie humana modula funcionalmente su entorno; la minería es apenas una muestra de la articulación viable entre los ecosistemas y la actividad industrial. Las dinámicas naturales muestran ejemplos de comensalismo y mutualismo que vale la pena tomar en consideración. Yellowstone National Park cuenta con 9.065 km2 de óptima conservación donde coexisten la actividad turística, los servicios ecosistémicos y la disposición funcional de vías que a lo largo de décadas han consolidado a la reserva como un dinamizador de la economía de Wyoming, Idaho y Montana, tres estados de Estados Unidos. Siguiendo esta línea, en el contexto local, la mina Buriticá da muestras del contexto tecnológico contemporáneo al servicio de los ecosistemas, sobre procesos de depuración de aguas, se retorna a los cuerpos de agua el fluido tratado en condiciones óptimas para el curso ecosistémico.

Se aprecia entonces que, en las relaciones mutuales, dos agentes comparten un medio, intercambiando beneficios tácitos, mientras que, en las comensales, uno de los dos miembros de la relación funcional se beneficia del otro sin causar impacto lesivo alguno. La actividad minera estandarizada es justamente una muestra del segundo caso sobre lineamientos óptimos, la minería de nuestros días se desarrolla en una relación comensal en la que se derivan unos beneficios del entorno natural sin dar lugar a transformaciones irreversibles, por ejemplo, la orquídea que se apoya en un cedro para existir sin ocasionar detrimento en sus condiciones de vida.

En función de lo dispuesto, la acción del ser humano como elemento constitutivo de la naturaleza, como agente de cambio, no es perjudicial en sí misma, el carácter negativo entonces se desprende de la pertinencia técnica desde la cual proceda, la forma confiere sentido funcional al fondo.

De manera que la contemporaneidad de la gestión de minerales dispone de otros recursos y plataformas que permiten de manera cierta la articulación viable con los entornos naturales. En Colombia, por ejemplo, el enfoque de sostenibilidad de la industria ha evolucionado hacia el enfoque regenerativo, a partir del cual es posible restablecer y potenciar condiciones naturales en áreas antrópicas. En este entendido, se hace necesario reconocer que nuestra existencia se encuentra en función de la articulación viable con los recursos del ambiente, muestra de ello, la transición energética a fuentes no convencionales como la generación fotovoltaica, requiere indisolublemente del aprovechamiento sostenible del recurso mineral como proveedor de materias primas esenciales y gestor financiero del proceso.

En lo referente, ahora, es necesario involucrar el abordaje desde los beneficios que para el país supone el impulso estratégico de la actividad minera y el marco de excepción que nos circunda, en un ejercicio comparativo, se aprecia que la normativa colombiana ha sido determinante en la consolidación de un Government Take del 78 % para la industria, uno de los más altos para la minería a nivel global, y en el cual solo Indonesia presenta índices superiores.

En consecuencia, Colombia se sitúa ante una ventana de oportunidad técnica y ambiental, donde podemos avanzar de manera consistente hacia a la armonización de sus ventajas comparativascon las buenas prácticas de aprovechamiento de recursos naturales, que nos permitan desarrollar procesos de confianza entre los distintos actores del bienestar de la nación.

Andrés Octavio Sarmiento Villamizar

Coordinador de Planeación Social de Minera de Cobre Quebradona

Consejo de Redacción AdP

Esto es un homenaje a nuestros orígenes, un homenaje a esa Aldea del Piedras que crearon nuestros mayores, un homenaje a su coraje, su dedicación, su esfuerzo, su tesón, y su condición de visionarios.

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